Subdirector de la Maestría en Economía y Ciencias Políticas en ESEADE.
MADRID – “To Think Outside of the Box” es la frase que utilizan los angloparlantes para referirse a la actitud de pensar fuera del paradigma. Salirte del foco del problema para proponer una solución alternativa, innovadora, creativa, diferente y, sobre todo, eficaz.
En algunas aulas del campus de Vicálvaro de la Universidad Rey Juan Carlos, en Madrid, muchos son los que están “saliéndose de la caja”. Esta Universidad (pública, creada por ley en 1996) es uno de los pocos lugares en el mundo donde se puede estudiar Economía.
De la Escuela Austríaca, me olvidaba.
Sin embargo, si tu intención es estudiar cine, tendrás la suerte de cursar la materia “Principios de Economía” con el doctor Jesús Huerta de Soto, que revoluciona el conocimiento cuando dice que “la economía es una ciencia que trata sobre las realidades espirituales del ser humano”.
Y es aún mayor el impacto escénico cuando Don Jesús, en su esfuerzo por explicar la subjetividad de los medios, rompe en mil pedacitos un billete de diez euros y luego se lamenta que ni aún así pueda reducir la base monetaria (dado que si recogemos todos los pedacitos, el Banco de España nos da un billete nuevo).
Pero el pensar fuera de la caja no termina ahí. Los alumnos del Máster también quedan muy sorprendidos –aunque menos, porque aquí ya hay una propensión marginal a defender el mercado libre- cuando escuchan a Gabriel Calzada, presidente del Instituto Juan de Mariana, decir que “el mejor amigo del medio ambiente es el capitalismo” o que “me importa demasiado la ecología como para dejarla en manos de los ecologistas”.
Otra cosa que llama la atención es la calidad y la cantidad de debate. Algo así como 25 alumnos sentados en una mesa redonda –aunque en realidad son cuatro mesas cuadradas-, provenientes de siete países distintos, y todos con ganas de aportar, de dar su punto de vista, de complementar y también, por qué no, de polemizar con aquello que se está diciendo.
Se nota en este espacio el resultado de la educación, cuando la educación es algo elegido libremente, y no impuesto por el padre, la madre, la sociedad, o el “conseguir un laburito”.
Además, uno se siente importante cuando un profesor avisa, por respeto, que a las seis en punto lo llamarán de un programa de radio para preguntarle sobre la crisis en Europa y el rol de Alemania. “Es que no encontraban un economista alemán que pudiera hablar español” se excusa Philipp Bagus, con gesto pícaro, y luego pasa a moderar un debate sobre praxeología, Mises y los valores absolutos.
La participación y el pensamiento crítico son dos puntos fundamentales. Tanto es así que María Blanco –profesora de historia del pensamiento económico- desliza con total naturalidad las consignas de las presentaciones orales que tendremos que ir dando a medida que avance el curso: “¿Qué tema quieres exponer del libro de Murray Rothbard? Vale. Pero no queremos un resumen, queremos un relato crítico”. Y claro, uno se va pensando cómo posiblemente podrá hacer una crítica de tamaño personaje.
Pensar “outsde of the box” es el leitmotiv del Master. Desde criticar a los grandes economistas del pasado, hasta afirmar que lo que nadie cree que es bueno, es justamente la mejor alternativa.
Los alumnos de la URJC transitan un viaje intelectual que no tiene comparación y, si las propuestas alternativas se prueban también eficaces, podrán contribuir a que nuestro mundo luzca mucho mejor que lo que luce hoy en día. Para mí, es un privilegio enorme ser parte del mismo viaje.