Una propuesta revolucionaria para la crisis del primer mundo

Foto Ivan Carrino
Director en Iván Carrino y Asoc. | Website

Subdirector de la Maestría en Economía y Ciencias Políticas en ESEADE.

Se sabe y está científicamente comprobado que la crisis es inherente al sistema capitalista y que no se debe a otra cosa que a los espíritus animales de los emprendedores. Luego de períodos de exuberancia irracional, viene el período de pesimismo irracional y cae el elemento más fundamental de la economía: la demanda agregada.

Si nos preguntamos por qué hay tanto desempleo y por qué la producción no aumenta, la respuesta es muy simple: ¡los consumidores, las empresas y el gobierno, no estamos gastando lo suficiente! Hay que ponerle fin a este problema que nos condena a vivir con desempleo y recesión. ¿Cómo hacerlo de manera definitiva?

Es realmente preocupante que, por las pesimistas expectativas de los agentes, todos estén ahorrando al mismo tiempo. El ahorro, que es bueno para una persona individual, tiene graves consecuencias para el conjunto. A veces, estimados amantes del ultracapitalismo, el interés individual no redunda en un bienestar social como le gustaría a Adam Smith. Tenemos que hacer algo. ¿Qué mejor, entonces, que el estado tome cartas en el asunto?

Los pasos a seguir son muy sencillos.

Primero: organizar una elite especial de policías dispuestos a contribuir a la sólida  y definitiva recuperación económica.

Segundo: instruir al grupo de tareas especial ir a buscar a todos los ciudadanos a sus casas luego del horario laboral y acompañarlos al shopping. Claro, acompañarlos si quieren y, sino quieren, amenazarles con que (dado que su comportamiento representa una afrenta al bienestar de la nación) de no ir al shopping, terminarán en la cárcel.

Tercero: verificar que toda la población esté gastando sus ahorros e ingresos, todo el tiempo.

Cuarto: ¡a disfrutar la recuperación!

El proceso es sencillo. Como “tu gasto es mi ingreso”, el gasto a punta de pistola de los consumidores estimulará el ingreso de sus vecinos, lo que estimulará, a su vez, el gasto de estos. Necesariamente esto llevará a un aumento de la producción y a un aumento de la contratación, con lo que viviremos un espectacular auge de consumo, producción y pleno empleo.

¿Objeciones? ¿Ninguna? Me imaginaba. Adelante gobiernos del mundo, ¡manos a la obra!

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PD: Esta historia está basada en hechos reales.

PD2: Para una crítica de esos hechos, pueden leer aquí.

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