El dólar no se disparará el 11 de diciembre

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Subdirector de la Maestría en Economía y Ciencias Políticas en ESEADE.

ÁMBITO FINANCIERO – Mauricio Macri anunció que si él era elegido presidente, el 11 de diciembre se terminaría el cepo en Argentina. A varios meses de ese primer anuncio, una parte del mismo ya se cumplió.

De acuerdo con recientes declaraciones de Macri y sus funcionarios, la promesa tiene muchas posibilidades de hacerse realidad. Tal vez la liberación cambiaria no se dé el mismo 11, pero es razonable pensar que en el lapso de una semana luego de su asunción, el país volverá a tener un solo tipo de cambio.

Ahora en este punto surgen todo tipo de especulaciones: ¿Cuánto costará un dólar una vez que se acabe el cepo? ¿Será $ 9,7 como dice el Gobierno actual? ¿Costará lo que dice el mercado paralelo? ¿Habrá un “overshooting”? No es fácil hacer pronósticos sobre el dólar. Sin embargo, el panorama que tenemos adelante no es el mismo que había en diciembre de 2001. En ese momento, no había muchas referencias que uno pudiera tomar para poder anticipar cuál sería el precio del dólar luego de la devaluación. Tal vez por ello, no se ubicó ni en los $ 1,40 que quería el Gobierno, ni en los $ 10 que pronosticaron algunos analistas.

El escenario actual es diferente. Hoy existen referencias que uno puede tener en cuenta a la hora de analizar un posible valor para el dólar el día después de la eliminación del cepo. El primero, sin duda, es el dólar paralelo. En general, los mercados paralelos sirven para canalizar el exceso de demanda que no encuentra la mercadería que busca en un mercado regulado. Cuando hay políticas de precios máximos, los bienes controlados escasean, pero aparecen “mágicamente” cuando se ofrece más dinero por ellos.

Esto es lo que pasa con el dólar “blue”: a $ 9,7 hay “escasez de divisas”, pero al precio del mercado negro uno consigue todos los dólares que necesita, sin restricción. Lo mismo sucede con el tipo de cambio que surge de la operatoria de bonos en el mercado financiero: el “contado con liquidación”. Con esto en mente, no parecen haber muchas razones para pensar que la salida del cepo implicará un salto del tipo de cambio que supere el nivel del “blue” o el del “contado con liqui”. ¿Si el exceso de pesos y la demanda reprimida de dólares son tales, por qué no se están manifestando ya en los precios de estos mercados paralelos?

Otro indicador que podría tomarse para estimar un valor para el dólar en un mercado desregulado es el que surge de dividir la base monetaria por las reservas del Banco Central. El 23 de noviembre este indicador se ubicaba en los 21,5 pesos por dólar. Sin embargo, si bien por mucho tiempo el índice “base/reservas” siguió de cerca al dólar “blue”, lo cierto es que luego del pago de BODEN 15, el primero pegó un salto mientras que el segundo siguió otro curso. Esto hizo que mermara su utilidad como referencia para estimar el tipo de cambio, aunque sigue siendo útil para mostrar el deterioro patrimonial del BCRA. Si bien es obvio que el fin de las restricciones cambiarias y el comienzo de la flotación mostrarán una considerable suba en valor del dólar oficial, a corto plazo no es esperable que la divisa verde trepe por encima del nivel que tiene en el mercado paralelo. Después de la liberación cambiaria, el dólar pasará a depender exclusivamente de dos cosas: de la política monetaria del BCRA y de la confianza que genere la política económica del nuevo Gobierno.

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