Es falso que para bajar la presión impositiva primero haya que reducir la evasión y luego las tasas
A propósito del gradualismo económico que se debate en estos días, se presenta una situación curiosa. Se argumenta que hay que bajar gradualmente el gasto público para evitar una crisis social.
Algunos se sienten más cómodos haciendo proselitismo. Ciertos cuestionables códigos comunicacionales contemporáneos no hacen más que confirmarlo. Habrá que avisarles que desde ahora mandan los resultados y el marketing no puede ser la única herramienta disponible.