Economista especializado en Desarrollo Económico, Marketing Estratégico y Mercados Internacionales. Profesor en la Universidad de Belgrano. Miembro de la Red Liberal de América Latina (RELIAL) y Miembro del Instituto de Ética y Economía Política de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas.
La aprobación en Diputados y el próximo tratamiento del proyecto de ley para habilitar el pago a los holdouts en el Senado abre una nueva etapa, ante la posibilidad de salir a buscar financiamiento internacional. Agustín Etchebarne reconoce que “partimos de una necesidad de endeudamiento muy grande, porque el déficit fiscal es muy elevado”.
Para el economista, la “madre de todas las batallas” para la Argentina será la reducción del rojo de las cuentas públicas. “Tenemos que entender que la necesidad de financiamiento se cubre con emisión, es decir más inflación, o con deuda. No hay otra manera, por eso tenemos que trabajar para conseguir el equilibrio”, agregando que el esquema gradualista elegido por el gobierno no lo convence: “Personalmente hubiera elegido algo más contundente para después arrancar con más tranquilidad. Es lo que haría en mi casa si me toca ajustar, no diferirlo tanto en el tiempo”.
-Cuáles han sido las consecuencias de no arreglar durante tanto tiempo el tema de la deuda?
-Era un paso necesario que va a costarnos plata, pero fue mucho más costoso estar en default por casi 15 años. No pagaste por mucho tiempo, pero la tasa de interés fue tres veces más alta. No sólo para el Estado nacional, también las provincias y las empresas, lo que redujo mucho la inversión. Lo mismo le pasó al consumidor, cuando tenía que financiar la compra de una heladera o un auto.
Etchebarne explicó que “esas tasas ya están bajando para la Argentina ante la expectativa de un acuerdo con los bonistas. Queda todavía recorrido, pero ahora habrá que mostrar que se puede cumplir con la reducción del déficit”.
Según su visión, uno de los puntos central pasará por reducir la cantidad de gente que trabaja en el Estado: “Pasamos de dos millones a 4,1 millones de empleados públicos y empeoró la educación, la Justicia, la seguridad y la salud”. De la misma forma, consideró que un objetivo es disminuír los planes sociales, pero generando empleo genuino. “El dinero de ese plan social podría utilizarse para pagarle a la empresa que contrata a un beneficiario durante un tiempo. Así la gente no tiene miedo de conseguir empleo ante la posibilidad de quedarse sin el beneficio del plan”.
Por último, Etchebarne presentó el nuevo libro de la fundación Libertad y Progreso, “Nada es gratis”, de Alberto Benegas Lynch. “Es uno de los liberales más importantes de la Argentina y desde ese ángulo analiza los problemas de la Argentina y otros países en los últimos años. En el fondo, vamos a descubrir que muchos dilemas que se presentan deben ser abordados desde un punto de vista moral”.
