“Se hace necesaria una reducción del gasto que estimamos en un 11%”. Las metas más fáciles serían reducir “los subsidios económicos, los gastos superfluos y el costo que genera la corrupción”.
Los directores y economistas de la Fundación Libertad y Progreso, Agustín Etchebarne, Manuel Solanet y Aldo Abram apuntaron que el desafío más grande y complicado del Gobierno nacional “es achicar el déficit fiscal”. “Antes de analizar la situación argentina hay que tener claro el contexto general. Hoy estamos en un escenario con una China que puede crecer menos; Brasil muy complicado y Estados Unidos achicando su brecha fiscal y mejores números de empleo, pero una inflación que preocupa, explicaron. Los economistas dijeron que las dos vías que puede tomar Argentina para salir del atolladero entrañan riesgos. “El programa gradual que se está aplicando desde el Gobierno tiene el riesgo de que un shock externo nos afecte, y ante eso no tenemos posibilidad de hacer nada y caemos en crisis. En tanto, un programa de shock tendría un costo político más alto y podrías descubrir al final del camino que las medidas más difíciles se podrían haber hecho en forma gradual”. Los economistas también analizaron la pesada herencia recibida por la administración Macri. “El kirchnerismo hizo un crecimiento del gasto sin precedentes en la historia, con un gasto de 46 puntos del producto agregado (Nación, provincias y municipios) y una presión impositiva de 40 puntos del producto. Esto es algo inédito que le genera muchos problemas al Gobierno actual”, explicó Solanet. “En este panorama se hace necesaria una reducción del gasto que estimamos en un 11%, para volver a tener equilibrio fiscal. El tema es dónde hacer esa reducción, porque hay ítems como jubilaciones que no se pueden tocar. Las metas más fáciles serían reducir los subsidios económicos, los gastos superfluos (viajes, autos con chofer, etc.) y el costo que genera la corrupción”, finalizó.