Economía
Cuidado con los aplaudidores
Si se simpatiza con un gobierno, lo peor es constituirse en un aplaudidor empedernido. La crítica resulta fundamental al efecto de corregir errores. Es evidente que los políticos en funciones, si quieren mantenerse en el cargo, deben adaptar su discurso a lo que la opinión pública pueda digerir.