Subdirector de la Maestría en Economía y Ciencias Políticas en ESEADE.
Hace poco un familiar muy cercano volvió a Argentina luego de tener que viajar, por temas laborales, a los Estados Unidos.
Recuerdo bien que uno de sus comentarios fue lo mucho que lamentaba no haber aprovechado los bajos precios que tenían varios productos ofrecidos en los centros comerciales de la ciudad que fue a visitar.
“¡Remeras deportivas, y de marca, por 7 dólares!” se sorprendía.
Esta percepción con la que volvió mi familiar de su viaje no se reduce solamente a eso. Hace unos años, la Fundación Pensar hizo un análisis detallado de lo caro que están muchos de los bienes que consumimos en el país, en comparación con los precios a los que los mismos bienes pueden conseguirse en el extranjero.
La comparación con Estados Unidos era asombrosa. Por ejemplo, un par de zapatillas en Argentina cuesta, en promedio, un 109% más que en los Estados Unidos. Una heladera cuesta aquí 166% más que en el país del norte, y una plancha cuesta allá un 51% menos de lo que uno podría conseguirla en un centro comercial de Buenos Aires. Lo mismo se aplica a las cámaras de fotos, y también a las computadoras portátiles.
Sobre este último punto, llegó a viralizarse un análisis que comparaba la enorme diferencia existente entre los precios de una computadora de la marca Apple si esta era comprada en Buenos Aires, o si la compra se hacía en Nueva York.
Lo curioso de este caso es que el precio de comprar dicho ordenador en Buenos Aires era tan elevado, que resultaba más económico reservar los pasajes de ida y vuelta a la ciudad de Nueva York, pagar una estadía de cinco días, visitar el “Apple Store” de La Gran Manzana, cubrir costos de comidas y, al regresar a Buenos Aires, pagar el impuesto correspondiente.
Frente a esta realidad, comprendo que muchos nos hagamos la pregunta de cómo puede ser que las diferencias sean tan grandes.
Así que en lo que queda de esta nota te daré tres motivos de por qué los precios de los bienes son más bajos en Estados Unidos que en nuestro país.
Motivo uno: Inflación más baja que en Argentina
Uno de los motivos por los que los precios son menores es que la inflación es muy baja. En los últimos 4 años, la suba de precios promedio fue del 1,3% anual en Estados Unidos. En el mismo período, en cambio, la inflación promedio en Argentina fue de nada menos que 28,6%.
Cuando los precios aumentan a estos ritmos tan elevados, es normal que en un país y en otro sean diferentes. Este efecto es más marcado todavía cuando en el país en que los precios suben más, el tipo de cambio no sube el mismo ritmo. Es por eso que suele decirse que Argentina se ha encarecido mucho en dólares. Porque los precios subieron mucho más de lo que trepó el dólar.
Motivo dos: Mayor competencia que en Argentina
Si bien no es lo que solía ser, la economía de los Estados Unidos se caracteriza por tener una gran flexibilidad. Las empresas en ese país tienen pocos obstáculos burocráticos que les impidan crecer, por lo que siempre están listas para innovar y crean nuevos productos y servicios. Si miramos el Índice Haciendo Negocios del Banco Mundial, que mide la facilidad de las empresas para hacer negocios en diversos países del planeta, se ve que EE.UU ocupa el séptimo lugar del ránking, mientras Argentina se ubica en el puesto 121. Esta mayor flexibilidad para las empresas genera una competencia mayor, lo que hace que los precios de los productos sean inferiores que en economías con menor nivel de competencia.
Motivo Tres: Mayor apertura comercial que en Argentina
Otra de las cosas que hace que los precios sean más bajos es tener economías abiertas al comercio internacional. Cuando el comercio es libre, hay más opciones para los consumidores, y en muchos casos éstos pueden elegir productos más baratos que llegan del exterior. En este sentido, EE.UU nos saca mucha ventaja. Según el índice de libertad económica de la Fundación Heritage, el país del norte ocupa la décima posición del mundo en lo que respecta a su apertura comercial. Argentina, por el contrario, se ubica en el puesto 81. Con tarifas, trabas y controles, nuestro país restringe las importaciones, lo que encarece sus precios y también los de los sustitutos locales, producto de la menor competencia que estas trabas generan.
Crear riqueza no solo consiste en acumular dinero o tener ingresos cada vez más elevados. Una parte esencial del proceso es que podamos gastar menos en aquellos productos que necesitamos. Ahora a la luz de lo que acabamos de analizar, es evidente que hasta que no bajemos la inflación, no flexibilicemos la economía y no nos abramos al comercio, la creación de riqueza seguirá siendo un tema pendiente para todos nosotros.
