Según el IPC-Congreso, el alza en los precios acumuló un 43,6% interanual, el índice más alto desde 1992. En tanto que los primeros cinco meses de 2016, la inflación se disparó en un 23,6%. Para el quinto mes del año, las consultoras privadas registraron un alza de hasta el 4%. Mañana, el Indec romperá el silencio tras meses de “emergencia estadística”
En el podio de las naciones con mayor inflación del mundo, detrás de un país en crisis como Venezuela, y peleándole el segundo puesto a Sudán y Ucrania -en plena guerra civil-, Argentina arrastra la pesada herencia de haber sido gobernada por los Kirchner, mientras aguarda por un cambio socioeconómico que todavía no llega.
En este sentido, es sintomático que la inflación Congreso -uno de los símbolos de la década que se fue, necesario ante el desmantelamiento en el Indec, que ocultó y tergiversó estadísticas como nunca antes- ayer haya arrojado cifras preocupantes respecto al alza en los precios: un acumulado del 23,6% en lo que va de 2016 y un registro interanual del 43,6%, el más alto desde 1992, cuando el país salía de la hiperinflación que hizo pico en 1989.
Es que para encontrar una inflación interanual más alta que la actual hay que remontarse a enero de 1992, cuando fue del 76%, principalmente por efecto del primer trimestre de 1991, cuando aún no estaba en vigencia el régimen de convertibilidad.
Esto es así pese a que en mayo la tasa del mes se desaceleró a 3,5%, tras el pico de 6,7% de abril, cuando el impacto tarifario en los servicios públicos se sintió con mayor fuerza, hasta que, producto de los reclamos de la sociedad, la Justicia (y hasta el propio gobierno) debió intervenir para paliar los tarifazos. A esto, coincidieron los especialistas, hay que sumarle la “recesión y la retracción en el consumo: las demandas caen, se vende poco, la inflación baja, pero esta es la peor vía para hacerlo”, advirtieron.
El denominado IPC-Congreso fue dado a conocer por los economistas Aldo Pignanelli y Marco Lavagna; la diputada del Libres del Sur Victoria Donda y Franco Caviglia, de Juntos por una Argentina, entre otros legisladores, quienes se apoyaron en los relevamientos de consultoras privadas para realizar el promedio.
Así, por ejemplo, para Abeceb la inflación de mayo se ubicó en un 4%, en sintonía con las perspectivas de otros estudios privados como Ecolatina, que estimó un índice del 3,5%; mientras que el relevamiento de Elypsis arrojó 3,4%; el economista de la Fundación Libertad y Progreso Aldo Abram estimó alrededor del 3% y Camilo Tiscornia y Asociados 3,1%, similar al sondeo de FIEL.
En tanto, la inflación de mayo fue explicada por “el aumento de los cigarrillos, en un orden del 50% y en los combustibles, con un 10%” y “el sector alimentos y bebidas creció un 2,5 %, a un ritmo interanual del 35%”.
Mientras, la proyección anual de inflación que la oposición estimó para este 2016 supera el 40%. Y si se tiene en cuenta que, de acuerdo al IPC-Congreso (el único índice disponible ya que se aguarda por el primer dato oficial del Indec, que se daría a conocer mañana), en sólo cinco meses los precios acumularon una suba del 23,6%, cuando el gobierno se propuso para todo el año 25% de inflación, el prometedor segundo semestre que imagina el macrismo hoy se presenta como una lejana utopía.