Miembro del Consejo Académico, Libertad y Progreso
Fuente: iniciativaradical.org
Ricardo Angoso:¿Cree que estamos ante el fin de ciclo de gobiernos de izquierda en América Latina?
Carlos Alberto Montaner: Sí. Lo sucedido en Argentina, con la elección de Macri y en Brasil, con el impeachment a Dilma Rousseff lo demuestra. Eso no quiere decir que se haya liquidado permanentemente al populismo de izquierda. El cliclo, más que izquierda-derecha es desbarajuste-ajuste. La verdad es que el populismo tiene un viejo arraigo en nuestras tierras. Volverá dentro de una década.
R.A.:¿Se atrevería a vaticinar cuál será el final de la larga agonía de Venezuela?
C.A.M.:El fin del chavismo será precedido por una caótica sucesión de motines callejeros y asaltos a cualquier lugar en donde haya comida y agua. Primero las FFAA intervendrán para impedir esos brotes de violencia. Eventualmente, unos militares, cuyos nombres y rangos hoy desconocemos, cansados de combatir los síntomas del problema y no las causas, virarán sus armas hacia el gobierno. La secuencia probablemente sea la misma de 1958 que llevó a Larrazábal al poder. O la que en Perú liquidó a la dictadura de Velazco Alvarado. Ese proceso desembocaría en elecciones generales.
R.A.:¿Cómo examina el cambio de la política norteamericana hacia Cuba?
C.A.M.:Se ha pasado de la estrategia del containment (contención) que, en la práctica, había sido progresivamente abandonada desde el gobierno de Clinton, a la del engagement (abrazo). Tampoco conseguirá reintroducir la democracia en la Isla. Algunos cubanos vivirán un poco mejor, pero sin libertades políticas. Si en algo son expertos los latinoamericanos es en la convivencia entre la empresa privada, la dictadura y las buenas relaciones con Washington. Eso fueron Stroessner, Somoza o Trujillo durante décadas.
R.A.:¿Cree que estos gobiernos de izquierda del continente tuvieron algunos éxitos, por ejemplo en el asunto de la inequidad social?
C.A.M:El problema no es la desigualdad social, sino el crecimiento de la economía y la superación de la pobreza. En Chile apenas ha cambiado el Indice Gini, pero la pobreza se redujo sustancialmente. En Cuba la desigualdad disminuyó y hoy el 90% de los cubanos son pobres.
R.A.:¿Qué significado tiene el final del mito del incorruptible Lula?
C.A.M.:Mucho significado. La corrupción del PT o la del chavismo en Venezuela demuestra que los populistas de izquierda son ladrones voraces. Venezuela es el país más corrupto de América Latina. Brasil está cerca.
R.A.:¿Qué percepción tiene de la evolución actual de Argentina tras el cambio político?
C.A.M.:Argentina es un país cuyos fundamentos ideológicos están podridos por la vertiente populista del peronismo. A Macri le resultará muy difícil introducir en el país un comportamiento responsable. Hasta ahora está tratando de hacerlo.
R.A.:¿Qué opinión le merece el proceso de paz entre las FARC y el ejecutivo colombiano?
C.A.M:El 70% de los colombianos están de acuerdo con la paz, pero ese mismo porcentaje coincide en que no es ésa paz la que quieren. Temo que la incorporación de los narcoterroristas de las FARC, que son comunistas, a las actividades políticas, les permita comprarse la presidencia con varios cientos de millones de dólares logrados por medio de los peores delitos (narcotráfico y extorsiones). Santos cree que puede manejarlos hábilmente una vez que entren al ruedo, pero se equivoca. Las FARC cuentan con más mermelada que él, le ganarán la partida y comenzará otro viacrucis para los colombianos.