Miembro del Consejo Académico de Libertad y Progreso.
Profesor de Finanzas e Historia Económica, Director del Centro de Estudios de Historia Económica y miembro del Comité Académico del Máster de Finanzas de la Universidad del CEMA (UCEMA). Profesor de finanzas en la Escuela de Negocios Stern de la Universidad de Nueva York (2013-14). Licenciado en Economía UBA (1985) Master of Business Administration (MBA) de la la Universidad de Chicago (1990). Autor de numerosos libros y artículos académicos sobre historia, economía y finanzas.
En la Argentina discutir, hablar y debatir sobre la coyuntura, en realidad es un ejercicio intelectual tan trivial como el de un perro que quiere morderse la cola. Hace 70 años que la sociedad argentina está encerrada en un laberinto de su propia creación. Los nombres y los protagonistas cambian pero los problemas siguen siendo los mismos. La incapacidad colectiva de resolverlos es quizás lo más excepcional de la experiencia argentina.
Hubo tres países de América Latina que en algún momento prometieron un futuro promisorio: Argentina y Cuba a principios del siglo XX y Venezuela después de la Segunda Guerra Mundial. En vez, lo dilapidaron.
Justamente de Cuba llegó a la Argentina Armando Ribas, con su título de abogado de la Universidad Santo Tomás de Villanueva en La Habana y de economista de la Universidad de Columbia en Nueva York. Su paso por el Fondo Monetario Internacional entre 1972 y 1976 le dio una perspectiva única sobre la génesis y los efectos del famoso reciclaje de los petrodólares.
A fines de la década de los setenta, Armando fue columnista regular del diario El Cronista Comercial. Desde sus columnas fustigó de manera pública y consistente la política económica adoptada por el Proceso de Reorganización Nacional, a la que denominó “monetarismo cum estatismo”, y advirtió proféticamente cuales serían sus consecuencias. Estos artículos de coyuntura siguen teniendo relevancia hoy.
Sus propias inquietudes intelectuales luego lo llevarían de la economía y las finanzas a la filosofía política, donde demostró el mismo nivel de erudición y rigurosidad analítica.
Vale la pena rescatar algunos de esos artículos de El Cronista, que luego fueron publicados como un libro titulado “Pensamientos para Pensar sobre el Estado y la Economía” en 1982.
El primero de estos artículos justamente se titula “Pensamientos para Pensar” en el que postula algunas máximas publicadas en mayo de 1981 pero que son absolutamente relevantes y además parecen particularmente aptas para esta era en la que Twitter ha privilegiado el soundbite de los norteamericanos o la bon mot de los franceses.
Pensamientos para Pensar de Armando Ribas (mayo de 1981)
- La pobreza no es el resultado del egoísmo de unos sino de la improductividad de todos.
- El egoísmo no se manifiesta tan solo por la ambición de riquezas sino por la ambición de poder; históricamente esta ultima ha constituido un factor más determinante del actuar de los hombres que la primera
- El aparente desprendimiento de bienes materiales de unos jamás ha constituido un factor de riqueza para todos. En muchos casos ha sido usado como una forma de esconder la ambición de poder y así la sociedad continuo siendo un juego de suma cero.
- El progreso depende del conocimiento. Como la ignorancia del hombre es infinita, infinitas son las posibilidades de progreso.
- Los llamados recursos naturales no son recursos. Es decir, solo pueden ser utilizados en beneficio del hombre cuando el conocimiento lo permite. El petróleo no fue recurso hasta que se inventó la maquina a vapor y el motor a explosión, vaya un ejemplo.
- No toda idea nueva añade al conocimiento del hombre, en muchos casos lo hacer retroceder. Descubrir la dirección es lo que hace al verdadero conocimiento.
- Si las materias primas fueran tan caras como desean los países del Tercer Mundo, el proceso de desarrollo se haría más lento. Es un contrasentido pensar en la posibilidad de que los insumos sean mas caros que los bienes finales. Eses es uno de los tantos espejismos que nos recuerda que lo que es verdad para la parte no lo es necesariamente para el todo.
- Independencia no es lo mismo que libertad: la primera se refiere tan solo a la dominación extranjera, la segunda incluye a los nacionales.
- La libertad es tan difícil de definir como la luz, pero todo el mundo sabe cuando hay oscuridad. El regreso de la luz es mucho mas difícil que comprender las virtudes de la libertad.
- El avance del conocimiento es el determinante del progreso del hombre en la sociedad; el creer que se sabe, su mayor obstáculo.
- Ha sido siempre definir a priori la diferencia entre un mártir y un fanático. ¿Qué es Bobby Sands[*]?
- La democracia ha dejado de ser la descripción de una forma de gobierno para ser usada como un adjetivo para determinar una buena forma de gobierno. En el cambio hemos perdido el sentido.
- La frase bíblica “ama al prójimo como a ti mismo” ha sido interpretada por el socialismo como que el prójimo nos ame como a si mismo.
- La sociedad parece haber sido dividida entre hombres con intereses y hombres con vocación de servicio. La historia muestra que estos último tienden a prestar muy malos servicios.
- La igualdad económica requiere una gran desigualdad política. Es decir, falta de libertad, y después, como dijera Karl Popper, tampoco hay igualdad entre los no libres.
- Lenin, que algo sabía de marxismo, en su “¿Qué es lo que hay que hacer?” definía al socialismo por oposición a la democracia. Hoy, después del cambio sufrido en el concepto de ésta, hasta hemos llegado a creer que no son correlativos.
- Debemos tratar de ser mejores pero nunca creérnoslo. El solo tratar implica que podemos ser no iguales, es decir que queremos ser libres.
- Por ultimo, no debemos olvidar la brecha racional: la estupidez no es la falta de inteligencia sino la diferencia entre la inteligencia que tenemos y aquella que creemos tener.
[*] Sands fue un militante del IRA que murió haciendo una huelga de hambre para protestar por las políticas del gobierno inglés.