“El mejor plan social que puede ofrecer el Estado es trabajo”

Foto Agustin Etchebarne
Director General en 

Economista especializado en Desarrollo Económico, Marketing Estratégico y Mercados Internacionales. Profesor en la Universidad de Belgrano. Miembro de la Red Liberal de América Latina (RELIAL) y Miembro del Instituto de Ética y Economía Política de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas. 

DIARIO RÍO NEGRO – Economista de impronta liberal, y amplia trayectoria académica, columnista en medios gráficos de la Capital Federal y al frente de la Fundación Libertad y Progreso, Agustín Etchebarne tiene mucho para decir acerca de la economía nacional, la de antes, la de ahora y la que viene.

PREGUNTA-¿Cuál es su impresión en cuanto a la economía nacional?

RESPUESTA- El problema argentino es muy serio. Hay 20 millones de personas que reciben un cheque del Estado, contra 8 millones de personas que trabajan en el sector privado formal. Esto implica que al sector privado formal hay que exprimirlo con impuestos. A pesar de eso, hay un déficit fiscal enorme, lo que significa que existe un despilfarro de gasto público descomunal. El gobierno hizo una primer parte muy positiva, arreglando con los holdouts, y saliendo del cepo cambiario. Eso salió muy bien. Luego fue necesario volver a emitir deuda. Naturalmente la corrección cambiaria y el ajuste de tarifas, provocaron un aumento fuerte de la inflación. Algo que se está controlando gracias a la tarea de Sturzenegger al frente del BCRA, pero que debiera recibir la colaboración de Prat Gay para reducir significativamente el déficit fiscal.

P-¿Cómo se logra reducir el déficit si los ingresos caen más que los gastos, pese a que la presión fiscal es alta?

R-En muchos casos, reducir impuestos implica un aumento de la recaudación. Juan Bautista Alberdi, el mayor de los pensadores económicos argentinos, decía: “es preferible recaudar muchos pocos que pocos muchos”. Para recaudar, es necesario que las personas estén en una posición sólida. Si la presión fiscal es tal que a las personas y a las empresas les va mal, se recauda menos. Esa es la situación de la Argentina. Efectivamente el momento es difícil. Hacer un ajuste en recesión, es mucho más difícil que en expansión. Hoy la caída les pega a todos los países de la región, pero mucho más a aquellos que fueron populistas.

P-¿Es necesario ajustar aun más el gasto público?

R-Si es necesario. Pero hay que hacerlo de una manera inteligente y planificada. Eso significa ajustar el gasto para aliviar al sector privado, es decir, para poder cobrar menos impuestos.

P-¿Cómo se logra reducir el gasto de esa forma?

R-Hay distintos rubros. Claramente el tema tarifas es uno de ellos. Hay que dejar de pagar subsidios a las personas de altos ingresos, que sí pueden pagar la tarifa plena en gas, electricidad y transporte. Otra parte son los empleados públicos, donde se pueden congelar las vacantes, dar retiros voluntarios, hacer planes de jubilación anticipada, dar vouchers al sector privado para que si toma a un empleado público, el Estado se haga cargo de las cargas sociales. Un tercer tema son los planes sociales. hay 8,5 millones de personas que reciben 120 tipos diferentes de plan social. Hay que hacer un plan de racionalización. Y antes que ofrecer dinero, ofrecer trabajo. Siempre decimos que el mejor plan social es el trabajo.

P-¿Estuvo bien implementado el tarifazo?

R-Yo creo que el tarifazo del gas debió haberse implementado en el verano, para que la gente pueda planificar. Hubo un doble problema, el aumento de las tarifas y el invierno crudo, que hizo que la gente consuma el doble. Las audiencias públicas debieran incluir ahora a la electricidad, para no repetir el error cuando llegue el verano. Pero el precio debe reflejar lo que vale la energía. Sí acordamos con la tarifa social, pero creemos que la misma debiera entregarse en dinero y no en especie.

P-¿Sigue siendo necesario reducir la cantidad de empleados públicos?

R-Yo creo que todavía ni se empezó. En el año 2000 Argentina tenía 2 millones de empleados públicos, y ya en ese entonces se decía que sobraba gente. Hoy tenemos 4,4 millones de empleados públicos entre nación, provincias y municipios. No hay discusión. Tampoco es que todos los empleados públicos son ñoquis. La mayoría se encuentra haciendo tareas. El problema es que las tareas se realizan de manera completamente ineficiente. La clave no es despedir gente, sino crear incentivos para que la gente pase al sector privado, que es más productivo y paga mejor.

P-¿Viene una nueva ola de flexibilización laboral?

R-La gente ve eso como un anatema. Pero hay que entender que existen 6 millones de personas que trabajan en negro. Cuanto más regulaciones se pone al trabajo registrado, hay mayor expulsión de trabajadores registrados, los cuales van a parar al sector informal. Un ejemplo es el salario mínimo. Si se sube el salario mínimo, va a salir gente del sector registrado que pasará a trabajar en negro. Si aumenta la cantidad de gente que trabaja en negro, baja el salario en negro. Es decir que un aumento del salario mínimo se traduce en una caída del salario de los más pobres.

P-¿A qué se refiere con transformar los planes sociales?

R- Nosotros no creemos en los subsidios sin contraprestación. Hay que ofrecer trabajos. Pico y pala. Es decir tareas sencillas para quienes no están capacitados.

P-Es decir que no está de acuerdo con la Asignación Universal por Hijo (AUH)…

R-No. Los especialistas indican que ha aumentado la cantidad de niños no deseados. Es como cualquier subsidio. Si subsidias algo, estas fomentando que eso se produzca.

P-¿Usted adhiere a la idea de que las chicas se embarazan para cobrar la AUH?

R-Es un incentivo a que tengan hijos. Quizás para alguien de ingresos altos con cierto nivel intelectual, es difícil que la AUH influya en la decisión. Pero eso no es exactamente lo que sucede en las villas miseria. En esos lugares hay graves problemas de nutrición y hay que re educar a las madres. Creo que está muy mal gastado el dinero que se entrega solo por tener un niño. Más importante es usar ese dinero para educación, por ejemplo en la estimulación temprana.

P-¿El tipo de cambio está atrasado nuevamente?

R-Hubo una devaluación importante, pero claramente la inflación luego fue alta y se comió gran parte del salto cambiario. Como ahora el tipo de cambio es libre, la pregunta es ¿porqué vuelve a atrasarse? Y la respuesta es: porque no se hizo el ajuste fiscal. Yo creo que no va a haber una nueva devaluación, o sea que el atraso va a continuar, lo que complica a muchos sectores.

Buscar