Economista especializado en Desarrollo Económico, Marketing Estratégico y Mercados Internacionales. Profesor en la Universidad de Belgrano. Miembro de la Red Liberal de América Latina (RELIAL) y Miembro del Instituto de Ética y Economía Política de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas.
Agustín es economista y Director General de la Fundación Libertad y Progreso que acaba de hacer público un informe de su director de Políticas Públicas, Manuel Solanet, titulado “Presupuesto 2017: un presupuesto electoral”.
En diálogo con Díaz de Campo, explicó que “el mayor mérito del presupuesto enviado por el Gobierno nacional es que fija metas cumplibles. Y en eso se diferencia de lo que hacía el kirchnerismo. Tiene dos partes: una de gastos previstos y otra de pronósticos de los ingresos, que va en línea con lo que están estimando las consultoras privadas”.
Pero advirtió “nos preocupa el impacto del déficit fiscal que el Gobierno heredó y que es del 50% del PBI”.
Y, entre otros conceptos, señaló:
“El déficit fiscal del 7% del PBI es un problema a largo plazo”.
“El cronograma de reducción de déficit se ha hecho mucho más suave”.
“Es desmedida la situación heredada: unos 20 millones de personas reciben planes sociales y solo 8 millones de personas que pagan impuestos en el sector privado formal. Hace 15 años eran 7 millones de cada lado”.
“Si el ajuste no se hace ahora, el año que viene se tendrá que hacer más fuerte”.
“En el Banco Central tiene clarísimo este escenario”.
“En la época de los Kirchner había 15 ministerios y hoy hay 20”.
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