FORTUNA – La percepción del mundo sobre el nivel de respeto de Argentina hacia los derechos de propiedad mejoró desde la llegada de Mauricio Macri al gobierno, en diciembre de 2015. Eso al menos parecen mostrar los resultados del Indice Internacional de Derechos de Propiedad (IPRI), lanzado desde Buenos Aires para el mundo esta semana en Agrositio.com, que da cuenta que el país pasó del puesto 106 registrado el año pasado al 97, sobre un total de 127 países auditados.
La medición, que lleva a cabo la economista venezolana Sary Levy-Carciente, destaca que, respecto al año pasado, el país mejoró en independencia judicial, seguridad jurídica, estabilidad política, control de corrupción y acceso al crédito, todos aspectos fundamentales a la hora de atraer inversiones extranjeras al país.
En el ranking, donde 10 es el puntaje para los países más respetuosos del derecho de propiedad y 0 el de los menos, Argentina mejoró 0,45 puntos respecto a su anterior performance, pasando de un puntaje de 4,12 en 2016 a 4,57 en 2017.
El citado índice fue presentado por Levy-Carciente, Beca Hernando de Soto 2017; Lorenzo Montanari, director ejecutivo de la Property Rights Alliance; Marcos Hilding Ohlsson, investigador de Libertad y Progreso, y Ricardo Bindi, periodista y presidente de Agrositio.com.
Desde 2007 la edición anual del IPRI sirve como barómetro del estado de los derechos de propiedad, clasificando la fortaleza de la protección de los derechos de propiedad tanto física como intelectual en países de todo el mundo en una escala de 0 a 10, donde 10 es la puntuación para los países que más respetan el derecho a la propiedad fìsica e intelectual. Los datos de este índice cubren 127 países, comprendiendo el 98% del PBI mundial y el 93% de la población del planeta. El IPRI se compone de 10 factores, agrupados bajo tres componentes: Entorno Jurídico y Político (LP), Derechos de Propiedad Física (PPR) y Derechos de Propiedad Intelectual (DPI).
“La defensa de los derechos de propiedad no es una bandera de los empresarios y los ricos. Afecta profundamente a los más pobres. Por ejemplo en Malasia conocimos el caso de un emprendedor que inventó un sistema para potabilizar el agua con energía solar, algo que iba a ayudar a todo un país con problemas de agua a un costo muy barato. El muchacho estaba asustado de la cantidad de trámites que tenía que hacer para registrar su invento. No me sorprendería que termine registrándolo en otro país”, relató Levy Carciente.
“Según Economic Frontier, en 2013 se perdieron 45.000 millones de dólares de crecimiento económico y se dejaron de crear 2,2 millones de empleos sólo por piratería, que es un aspecto de la falta de respeto al derecho de propiedad”, acotó.
“La falta de respeto al derecho de propiedad afecta primero que nada a los más pobres. Ellos hoy no pueden iniciar emprendimientos en sus barrios, no acceden a títulos sobre una propiedad y no puede ni soñar con acceder a un crédito”, explicó por su lado Hilding Ohlsson.
Nueva Zelanda y los países escandinavos, a la cabeza
En cuanto al Indice de Derechos de Propiedad a nivel mundial, Nueva Zelanda encabeza el IPRI 2017 como el país con más respeto a los derechos de propiedad, con una puntuación de 8.6335. Finlandia ocupa el segundo lugar, seguido por Suecia, Suiza, Noruega, Luxemburgo, Singaour, Japón, Holanda, Australia, Canadá, Dinamarca. Cerrando los 15 primeros países encontramos Austria, Estados Unidos y Reino Unido. El grupo de los principales países sigue siendo casi el mismo y sus posiciones varían poco respecto de la anterior edición del IPRI.
En cuanto a los países que menos respetan el derecho de propiedad en general, Yemen ocupa el puesto 127 en el IPRI 2017 (2.7281), seguido por Venezuela (3.0566), Bangladesh (3.1170), Moldavia (3.1781), Ucrania (3.4243) y Burundi (3.43). Considerando los componentes del IPRI, los siguientes países tienen las puntuaciones más bajas: para Entorno Jurídico y Político (LP), los “peores alumnos” son Venezuela, Yemen, Rep. Democrática del Congo y Burundi. Para Derechos de Propiedad Física; Brunei, Ucrania, Bangladesh y Moldavia son los peores rankeados. Para Propiedad Intelectual, los peor posicionados son Yemen, Bangladesh, Moldavia y Venezuela. La mayoría de los países del fondo de la tabla muestran el entorno político legal como su componente más débil. Esta situación es la opuesto para los países que encabezan el índice y esto asoma una pista para evaluar la capacidad de la coyuntura legal y política para impulsar el resto de los componentes.
“Los datos de este año son impresionantes y ofrecen perspectivas positivas para los líderes mundiales que están luchando con la pobreza y el avance del terrorismo”, destacó el economista Hernando De Soto al respecto del IPRI 2017.
El papel de la igualdad de género en el desarrollo
El Indice de Derechos de Propiedad también contiene un capítulo que mide el respeto a la igualdad de género; como factor crucial para fomentar el desarrollo, la salud, la educación, la agricultura y el acceso imparcial al crédito para reducir la pobreza. En este caso, el IPRI-Igualdad de Género considera una escala de 0 a 12, utilizando cinco indicadores: Acceso de las Mujeres a la Tierra, Acceso de las Mujeres al Crédito, Acceso de las Mujeres a Propiedades Distintas de la Tierra, Prácticas de Herencia y Derechos Sociales de las Mujeres.
Un dato notable es que los países que más respetan el derecho de propiedad son también los que tienen mayor igualdad de género en los aspectos que evalúa el IPRI. Así, Nueva Zelanda lidera el IPRI-Igualdad de Género con 10.628 puntos, seguida por Finlandia, Suecia, Noruega, Luxemburgo, Suiza, Japón, Holanda, Australia, Canadá, Dinamarca, Estados Unidos y Austria. Entre los países peor posicionados en esta medición encontramos a Yemen, Bangladesh, Congo, Pakistán, Nigeria, Burundi, Chad, Moldavia, Mauritania y Argelia.
El IPRI-Igualdad de Género se hace sobre 123 países de los 127 que conforman el IPRI. El promedio de la puntuación de este índice es inferior este año respecto a los dos años previos, mostrando que la igualdad de género se está deteriorando en promedio, mientras que la protección de los derechos de propiedad mejora. Observando en detalle esta medición, encontramos que las Prácticas de Herencia y el Acceso de las Mujeres a la Propiedad de la Tierra son dos de los aspectos que más empeoraron.
El Indice IPRI-Igualdad de Género se calcula usando 5 indicadores de la OECD: Acceso a la Tierra de las Mujeres. Acceso al Crédito de las Mujeres, Acceso de la Mujer a Propiedad que no son tierras, Prácticas de Herencia (considerando si los hijos y las hijas tienen los mismos derechos de herencia, si las viudas y los viudos tienen los mismos derechos), Derechos Sociales Femeninos (si las mujeres tienen los mismos derechos de custodia que los hombres en el casamiento y el matrimonio, si hay circuncisión femenina, si las mujeres pueden circular libremente, si los padres consideran que es igualmente importante la educación universitaria para la mujer que para el varón).
Dada la extensa literatura que prueba la relación entre respeto a los derechos de propiedad y el desarrollo, el IPRI analiza el tema y encontró significativas correlaciones entre respeto al Derecho de Propiedad y Resultados Económicos, Libertades, Capacidades Humanas, Capital Social, Investigación e Innovación y Desempeño Ecológico. Por ejemplo en lo que es la Dimensión Económica, el Entorno Empresarial (GEI) mostró la mayor correlación con el IPRI. Esta es una conclusión muy importante, ya que el emprendimiento es la piedra angular de la innovación, la inversión, la producción y el crecimiento económico.
“El respeto a los derechos de propiedad alienta el crecimiento económico y el desarrollo de la sociedad, ya que los derechos de propiedad alientan la innovación y son el mecanismo más eficaz para garantizar los derechos y libertades civiles. Finalmente, los derechos a la propiedad privada terminan siendo una protección a las libertades individuales. Así, la importancia de los derechos de propiedad van más allá de la propiedad de las cosas. Se relaciona con la defensa de la libertad personal y la promoción de la prosperidad”, destacó Levy-Carciente.
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