GACETILLA DE PRENSA LYP – En el marco de una conferencia en la Universidad del CEMA, se realizó un debate sobre cómo volver a los planes sociales más efectivos y promover su reemplazo por trabajos en el sector productivo. Los disertantes en esta conferencia fueron Roberto Cachanosky, economista del Instituto Amagi; Marcos Hilding Ohlsson, economista de la Fundación Libertad y Progreso; y Cecilia Vázquez Ger, del Instituto Acton. Las conclusiones estuvieron a cargo de Gustavo Lazzari, director de la Fundación Atlas, e Iván Carrino, analista económico y moderador de la charla.
Durante la conferencia se destaco que es necesario cambiar los incentivos para mejorar el funcionamiento del sistema de planes sociales. Según relataron los disertantes, en Córdoba, por ejemplo, hay un pueblo donde el 120% de la población recibe pensión por invalidez ya que la facilidad con la que se puede llevar al cabo el trámite en dicha ciudad atrajo a gente de otros lugares. Esto se convirtió en un negocio para algunos médicos que cobran las primeras pensiones a cambio de firmar el certificado de invalidez.
Los expertos destacaron que con un gasto público social que ha aumentado 7 veces, de 27.000 millones a 80.000 millones, sin una caída sustancial de la pobreza, en la última década es absolutamente necesario cambiar el sistema. Uno de los principales problemas en este sentido es que los planes sociales son en muchos casos manejados por punteros, algunos de los cuales llegan a manejar miles de ellos y los utilizan como medio de obtener poder político y armar grupos de choque. Por eso, en la conferencia se propuso que al reparto de planes lo debería hacer directamente el Ministerio de Desarrollo Social – en particular si lo hace a través de los municipios que tienden a conocer mejor las particularidades de cada caso.
Otra de las propuestas presentadas durante la conferencia fue la de re empadronar a quienes reciben planes y entrenarlos en algún oficio para que puedan insertarse en el mercado laboral. Se propuso que puedan continuar recibiendo el subsidio por un periodo determinado para que tengan tiempo de buscar un trabajo, pero que este sea limitado para incentivar la búsqueda.
Seguidamente, de acuerdo con Cachanovsky, otra manera de incentivar la inserción de quienes reciben planes sociales en el sector privado es restringir el número de planes que una persona puede recibir a uno para que no se pueda suplementar el dinero recibido. Hoy en día en Argentina hay 1.800.000 personas que reciben más de un plan por parte del Estado.
Según los expositores, estos estímulos deben ser complementados con una legislación laboral que facilite a las empresas contratar (y despedir) empleados para que puedan encontrar gente y quieran contratar. “Solo el 1% de las empresas argentinas son grandes multinacionales. El otro 99% esta compuesto por PyMES que son responsables de dar el 64% de los puestos de trabajo, ayudémoslas a crecer. Y ayudémos a los pobres a expresar su creatividad y crecer como personas mediante un trabajo digno”, señaló Marcos Hilding Ohlsson.