LA NACIÓN -No hace falta más que sentido común para entender que si no se corrigen el gasto excesivo y el déficit, el aumento de la deuda puede volver a provocar una crisis
Manuel Solanet “El Gobierno está hablando de una reforma impositiva y eso es muy bueno, pero hay que tener en claro que no hay reforma posible si no encaramos una reducción sensible del gasto público y una reducción de la inmensa estructura del Estado. No se puede bajar impuestos si no bajamos el nivel de gasto”