DIARIO DE RÍO NEGRO – El director ejecutivo de la Fundación Libertad y Progreso, Aldo Abram, advirtió que el país necesita encarar en forma urgente una reforma del Estado para bajar drásticamente el déficit fiscal y de esa manera poder tener una baja inflación y crecimiento sostenido.
PREGUNTA- ¿Cómo analizan la actividad económica pasado el primer semestre?
RESPUESTA- La economía arrancó. Más tarde de lo que se esperaba, porque comenzó a mejorar hacia finales del año pasado y continúa hoy con esa tendencia. Dentro de los sectores se puede decir que ya se sumó a la mejora la industria y es cierto que muchos rubros aún no arrancaron y también es cierto que algunos que lo hicieron vienen desde el fondo del pozo. El nivel de actividad comenzó a caer desde el tercer trimestre de 2015 hasta tocar fondo el año pasado. Hay muchos sectores que están intentando salir.
P- ¿Usted considera entonces que el ajuste se quedó corto?
R- Lo que ocurre es que preocupa, hacia delante, la actitud de muchos políticos que dicen que no va haber ajuste después de las elecciones. De no realizarse un mayor ajuste del Estado vamos a tener un crecimiento mediocre, de la mitad o menos de lo que se está observando ahora.
P- ¿Y qué está pasando con el consumo?
R- Es indudable que están cambiando los hábitos de consumo y por otro lado, es dónde se consume. Sin dudas que las ciudades más golpeadas con el tema del consumo fueron a las que les quitaron los subsidios, esencialmente la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano, lo cual tuvo un fuerte impacto en el poder adquisitivo en la gente. El modelo anterior se basaba en destruir al sector, particularmente al del interior, al rural, para fomentar un consumo artificial en las ciudades más grandes. Pero eso tiene patas cortas, porque cuando se acaba el puchero ya no hay más nada para comer. Lo que está haciendo este Gobierno es darle los recursos a los que producen y de hecho eso dio resultado.
P- ¿Para crecer en forma sostenida no se necesitan reformas estructurales?
R- Aquí lo que es urgente, sin dudas, es hacer una reforma del Estado. Tenemos que exigir que se haga un Estado que le sirva a los ciudadanos y que podamos pagar. Hay que establecer mecanismos y herramientas para pasar a la gente que no va a tener algún cargo o función en el Estado al sector privado, sin que pierdan el ingreso. Allí es donde el Estado tiene mucho por hacer, donde el desmadre ha sido muy grande, especialmente en las provincias y en los municipios. Es indudable que esto se le puede exigir al Gobierno nacional, pero después tienen que hacer lo propio las provincias y los municipios, si no, esto no tiene solución.
P- ¿Cómo calificaría entonces a la carga tributaria argentina?
R- Nosotros estamos entre los 12 países del mundo que más exprimen a sus empresas con impuestos. Y después nos llama la atención que no vengan las inversiones. Hay 177 países que aplican menores impuestos y, por lo tanto, ¿para qué van a venir aquí? Cualquier empleado formal trabaja la mitad del mes para pagar impuestos y de esa manera solventar el gasto de los políticos. Nos extraña que todo sea caro, pero bueno entre el 40 y el 60% de lo que uno compre aquí es para pagar carga fiscal.
P- ¿Esto no se arregla tampoco con devaluaciones constantes no?
R- Las devaluaciones no llevan a ningún lado. Fijese que aquí se deprecia el peso y entonces todo el mundo está contento. Pero luego los precios se van ajustando a esa devaluación. Es decir, que al poco tiempo se ve que el supuesto efecto positivo se esfuma. En tres meses, muchos van a estar diciendo el dólar está atrasado de vuelta. No, no está atrasado, tenemos un dólar barato porque con el déficit fiscal monstruoso que tenemos, tanto las provincias como la Nación, nos inundan con dólares para tomar deuda. En conclusión, van a tener una inflación más elevada.
P- ¿Y cuál es la prioridad actual del Banco Central en función de cómo está actuando?
R- Está priorizando otras cosas, como comprar reservas para mantener el dólar o hacerlo subir y para eso debe emitir. Por eso hay inflación. El otro día no pudo renovar toda las Lebac y eso demuestra ya que la tasa de interés debería haber estado más alta. En definitiva, el fondo de la cuestión es un Estado que está gastando de más, en los tres niveles. Para licuar los problemas que están teniendo los tres niveles del Estado en materia fiscal terminando tirando por la borda las metas de inflación. Conclusión, muchos dicen que el tema de la meta de inflación no funciona en la Argentina. No, eso no es así, el problema es que aquí se hacen mal las cosas, no es que este método no funcione.
P- ¿Cómo cree que va terminar el año con respecto a la inflación?
R- Y lamentablemente va a terminar por arriba del 20%.