Miembro del Consejo Académico de Libertad y Progreso.
Para el ex ministro de Economía y de Defensa Ricardo López Murphy, el gradualismo económico a veces es posible de aplicar, pero no siempre es lo más conveniente. “El costo del programa económico está en el atraso cambiario y en el súper ajuste que vivió y vive el sector privado”, explicó López Murphy, disertante del desayuno “Los Desequilibrios de la Economía Argentina: Claves de un Programa Para Superarlos”, organizado por la Fundación Libertad y Progreso con el apoyo de la Fundación Naumann, la red Relial, y Exxon Mobile, en el Hotel Feirs Park.
En tanto, para López Murphy, el nivel de déficit fiscal requiere que haya una buena coyuntura a nivel internacional. “Yo soy enemigo del déficit fiscal porque coloca al país en una situación vulnerable. Para mantenerlo se necesitan buenas noticias a nivel internacional y tasas bajas. Cualquier evento internacional puede complicarnos el panorama, como ya sucedió en el pasado”, explicó.
Seguidamente, el ex ministro insistió en la necesidad de ajustar el gasto para no correr riesgos en el camino de normalización del país iniciado desde diciembre de 2015. “Lo dramático de esto es que, desde que Cambiemos ganó las elecciones, Argentina no está ajustando. Yo voté a este Gobierno y quiero que le vaya bien, pero este Gobierno no ajustó, sólo está financiando la herencia, el enorme desequilibrio que recibió del kirchnerismo”, señaló. “Este nivel de gasto es infinanciable. En este sentido, el camino a seguir es el que contienen las propuestas de Libertad y Progreso: reducir subsidios, reformar el Estado, reducir empleo público, etc”.
Para López Murphy, otros desafíos a encarar son la reforma tributaria, laboral y del sistema previsional. “Tenemos un sistema impositivo extravagante y asfixiante para las empresas, que además genera informalidad y una falta de competitividad enorme. Es un sistema al que hay que corregir las imperfecciones y además devolverle correspondencia fiscal. Ingresos Brutos por ejemplo, es una especie de mounstro que a veces hemos podido sacar y resucita de la muerte y vuelve a aparecer. Cuando logramos eliminarlo y avanzar,al cabo de un tiempo lo vuelven a poner y volvemos a retroceder”, señaló el economista.
“En cuanto a la reforma laboral, ahora algunos dicen que no se puede hacer. Yo me pregunto cómo piensan reducir el desempleo, la baja participación laboral y la informalidad los que argumentan eso. En Chile un 40% es trabajador en blanco que aporta al sistema. En Argentina un 18%. Pero si seguimos con la polìtica de los planes, que son un incentivo gigante a no trabajar, no vamos a corregir esto. Cuanto más depende una familia del ingreso del Estado y no de del sudor de su frente, más indefensa y vulnerable se vuelve a la extorsión de algunos políticos”, dijo López Murphy.
Finalmente, el economista dijo que el sistema previsional, que está en crisis en todo el mundo, necesita una corrección. “Quizás lo viable sea aumentar la edad jubilatoria en forma muy gradual, para en 20 años apuntar que la jubilación sea a los 68 años, con la misma edad para hombres y mujeres”, dijo.
López Murphy fue presentado por Manuel Solanet, director de Polìticas Públicas de la Fundación, y por Agustín Etchebarne, director general de la misma.