Reducción del 25% de cargos políticos: ¿Reforma estructural o cosmética superficial?

El año pasado tuvo gran repercusión un informe de la Fundación Libertad y Progreso que daba cuenta del fuerte incremento de la estructura del Estado en la gestión del Presidente Mauricio Macri. La misma quedó conformada por: Jefatura de Gabinete, dos coordinaciones, 21 ministerios (hoy 20), 87 secretarias, 207 subsecretarías y 687 direcciones. Un aumento del 25% respecto a la estructura heredada. (Ver videohttps://www.youtube.com/watch?v=HRF6YX6lFLg)

“El anuncio del Presidente de reducir 25% los cargos políticos parecería dar respuesta a la realidad que planteaba nuestro informe, ofreciendo una solución. Sin embargo, no queda claro qué es lo que define como cargos políticos. Nosotros consideramos que es necesario achicar la cantidad de Ministerios a no más de 8 e incluso adelgazar la estructura del Estado a lo alto, por ejemplo eliminando las subsecretarias” dijo el Lic. Aldo Abram, director de la Fundación. “Quedarse solamente en prescindir de algunos funcionarios políticos y no de las reparticiones que lideraban es simplemente un gesto político que tiene poco impacto en términos de aligerar el peso del Estado.”

De los tres anuncios comunicados el pasado lunes el más importante se refiere a la reducción del 25% en los cargos políticos. Representarían unas mil personas, lo cual es un porcentaje ínfimo sobre los cuatro millones de empleados públicos en los tres niveles de gobierno, o bien equivale al 0,13% de los empleados federales. La medida ahorraría 1500 millones de pesos, apenas un 0,2% del déficit fiscal. Es decir, por sí sola la medida es claramente insignificante.

El Lic. Agustín Etchebarne opinó: “Si lo que anunció Macri es la punta del iceberg y lo que sigue es una reforma completa hasta el hueso, entonces hay chances de éxito. Si lo que anunció Macri es cosmética superficial, Argentina puede terminar muy mal.”

Además agregó que “si verdaderamente se busca una racionalización de las funciones del Estado, lo que debería sobrevenir en los próximos meses es la reestructuración de todo el Estado Federal. En el gobierno estiman que eso resultaría en 35.000 personas desafectadas, lo cual equivale a un 4,7% del total de empleo federal. Entonces, se podría ya hablar de una reforma gradual, pero efectiva.”

El Lic. Aldo Abram opinó que “el gradualismo tiene que estar puesto en la forma de ir transfiriendo al sector privado a las personas que queden desafectadas. Libertad y Progreso propuso algunos instrumentos que facilitarían este traspaso”

En el trabajo de Reforma del Estado que realizó Libertad y Progreso se dan ejemplos de los mecanismos para gestionar la reinserción de las personas que quedaron sin un cargo porque su función no era útil a los ciudadanos o porque, incluso, generaba trámites burocráticos innecesarios. Se podría, entre otras cosas, extender a dos años el tiempo en disponibilidad que da la Ley de Empleo Público y generar incentivos a los empresarios que tomen a estos trabajadores. El Estado podría, por ejemplo, hacerse cargo del pago de los aportes previsionales.

El Lic. Aldo Abram comentó que este mecanismo sería beneficioso para todas las partes: “El empresario gana porque se ahorra parte del costo laboral, el ex trabajador estatal porque consiguió un empleo productivo mejor remunerado, el Estado porque se ahorra el sueldo de ese empleado y el conjunto de la población porque deja de pagar el sueldo a alguien que no le era útil a la sociedad y que ahora pasa a producir bienes o servicios que incrementan la riqueza de todos los argentinos”

En el trabajo de Libertad y Progreso se aclara que una reducción de su estructura haría más eficiente al Estado. Permitiría la eliminación de estructuras burocráticas, registros que se duplican o triplican, reduciría los trámites y permisos que requieren las empresas y los ciudadanos particulares. En comparación, la reforma propuesta afectaría a unas 200.000 personas, solo a nivel federal. Sumando a provincias y municipios la cifra podría llegar a 933.000 personas. que debieran pasar al sector privado en los próximos años. (Ver trabajo)

Por último, Etchebarne añadió: “El año que viene será uno electoral, así que hay que aprovechar el 2018 para hacer una reforma profunda del Estado. Como sabe el presidente Macri, el nivel de gasto es insostenible y, como bien dijo, “los impuestos nos están matando”. Lamentablemente el déficit fiscal, no ha caído y sigue en rumbo de colisión.”

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