¿Por qué hay que ajustar las tarifas de los servicios públicos?

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Subdirector de la Maestría en Economía y Ciencias Políticas en ESEADE.

 

Hay dos motivos principales para ajustar las tarifas.

El primer motivo es que mientras que la inflación desde 2002 a 2015 fue 1.358% y las tarifas se mantuvieron prácticamente congeladas.

¿Qué implica esto? Que el precio real de la energía se desplomó. Y lo que pasa cuando un precio cae suculentamente es que la cantidad ofrecida responde igual: se desploma.

Cuando hay inflación y controles de precios, los bienes se vuelven escasos, y es por eso que se cortaba (y aún se corta) la luz en verano y se raciona el gas en invierno. Control de precios = escasez.

El gobierno de CFK no veía esto así. Asumía que controlar tarifas le daba más poder de compra al “trabajador” y eso estimulaba la demanda que hacía crecer la economía.

La teoría fracasó, entre 2011 y 2016 la economía no solo no creció, sino que cayó en términos per cápita, producto de sus malas políticas.

El segundo motivo es fiscal. Si a la empresa “A” le controlan el precio de lo que vende y sus costos suben con la inflación, a la larga quiebra. Para que esto no suceda, el gobierno decidió subsidiar a las empresas de servicios públicos.

Los subsidios económicos (energía, transporte y empresas públicas) pasaron de 4,1% del gasto público en 2006 al 22% del total en 2014.

El gasto del gobierno es el principal causante de ineficiencia económica, presión tributaria, déficit fiscal y, por tanto, deuda o inflación.

Entre 2017 y 2016 los subsidios económicos y el gasto de capital destinado a energía por parte del gobierno cayeron $ 71.630 millones. Eso es lo que se ahorró en un año por la suba de tarifas.

¿Cayó el déficit fiscal por esto? En términos globales, no. Con datos oficiales, el déficit fiscal total pasó de 5,9% del PBI a 6,1%. Esto es porque si bien cayó el gasto en subsidios económicos, subió 41% el gasto en jubilaciones (+$ 270.000 Millones).

Obviamente, esto explica el endeudamiento a pesar del ajuste tarifario. Y esto explica que la cuenta de intereses se haya casi duplicado, subiendo 70% anual.

Los dos motivos para corregir tarifas siguen teniendo vigencia, especialmente el primero. Ahora la cuestión fiscal no va a resolverse solo con esta medida.

Falta mucho más para tener un estado limitado en sus funciones, con equilibrio en sus cuentas y pagable por los sufridos contribuyentes.

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