LA POLÍTICA ONLINE – Para el abogado Alejandro Fargosi, protagonista del último desayuno de Libertad y Progreso, “la justicia argentina es una corporación, parte de esa nueva nobleza argentina que es el empleo público”.
Fargosi disertó en el desayuno “Sin justicia no hay república”, que se llevó a cabo en el Hotel Feirs Park, con apoyo de RELIAL y la Fundación Naumann, ante una nutrida audiencia.
“Jueces y fiscales son parte de la nobleza moderna, tienen un salario superior o igual a los privados, son casi inamovibles, como también los empleados judiciales. Y qué decir de sus vacaciones de 45 días. No conozco nadie con responsabilidades importantes que se tome 45 días de vacaciones. Y el horario ni hablar. Cuantos de nosotros llegamos a la mañana y nos encontramos con juzgados con la puerta cerrada. Es una locura”, señaló el experto. “Y eso son detalles. Otro drama es que la justicia no tiene un código de ética, algo que se propuso mil veces y se cajoneó otras tantas”, acotó.
El abogado también se mostró preocupado por la influencia del Presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, sobre el sistema. “Me preocupa porque es una persona muy ambiciosa e inteligente, que se preocupa mucho por influir. Y en el inicio del año judicial, un invento de él porque nunca existió antes, hizo una seudo autorítica del sistema. Nadie en Argentina salvo él es crítico de un sistema que maneja hace 12 años y no presenta la renuncia. El criticó el sistema que está bajo su manejo hace más de una década”, señaló Fargosi. “Muy pocos se animan a Lorenzetti, porque mueve muchas influencias y nadie quiere quedar mal. Salvo Lilita y algunos periodistas, nadie se le enfrenta. Tiene un poder muy fuerte. Ricardo Lorenzetti es un drama para la justicia argentina”, acotó.
El abogado también criticó la protección que ejercen los jueces entre sí. “Los enjuiciamientos a jueces en el Consejo los traban los propios jueces. Los jueces llegan al Consejo por votación en la Asociación de Magistrados,entonces ninguno quiere quedar como carnicero de sus colegas”, dijo.
Para el experto, la forma de sanear el sistema debe venir de afuera del propio Poder Judicial, que hoy por hoy no es controlado por nadie. “A este sistema de privilegios hay que cambiarlo desde afuera. Por ejemplo auditando la obra social de los judiciales, sacandole el manejo de la oficina de escuchas a la Corte, terminando el nepotismo que hay dentro del sistema que tiene ribetes escandalosos. Hay que aplicar un código de ética. Acá hay que ser duro, porque si los jueces no se sienten controlados por una ley, vamos a tener que estar dependiendo cada vez más si nos toca un juez malo o bueno”, señaló Fargosi.