Las reformas pendientes para vencer la inflación y terminar con los desequilibrios

Argentina se encuentra en una encrucijada, como tantas veces en su historia. Para vencer la inflación, y corregir los desequilibrios fiscal y externo, se deben y se pueden aplicar las reformas propuestas por Libertad y Progreso en reiteradas oportunidades. Éstas no son recesivas en el corto plazo y pasarán a ser fuertemente expansivas en el mediano y largo plazo. El resurgimiento de la inversión y del empleo serán una consecuencia de la recuperación de la confianza perdida.

Si no se encaran las políticas correctivas, la insuficiencia de inversiones y la pérdida de competitividad llevarán a mayores niveles de pobreza y se requerirá más presión tributaria sobre los ocho millones de contribuyentes que con mucho esfuerzo sostienen a 21 millones de personas que reciben mensualmente un pago del Estado. Pocos inversores desearán invertir en un país con una de las mayores presiones impositivas del mundo y cuyo Estado tiene un peso excesivamente grande sobre la economía.

El aumento de los impuestos como solución al desequilibrio fiscal sólo incentiva a buscar refugio en activos fuera del alcance de un gobierno insaciable. El aumento de la deuda pública como alternativa crea los riesgos que se han puesto en evidencia recientemente. Libertad y Progreso propone dejar de recurrir a endeudamiento neto a partir del año 2020 reduciendo genuinamente el gasto público. Esto incluye una reforma del Estado que lo vuelva financiable con impuestos moderados y que además sea eficiente y útil para los argentinos. El proceso debe incluir medidas que permitan amortiguar el costo social evitando que queden familias sin sustento, con programas y subsidios que permitan la reinserción de empleados públicos en el sector privado.

Los gobiernos provinciales deberán acompañar ese proceso. A ese fin LyP propone modificar el Régimen de Coparticipación Federal de impuestos de manera que las provincias sean responsables de recaudar lo que gastan. Esto colocaría los incentivos en el correcto sentido para gastar menos y mejor. (Ver Propuesta de Reforma del Régimen de Coparticipación Federal)

También se propone también una reforma laboral que priorice los acuerdos sobre salarios y condiciones de trabajo obtenidos a nivel de empresa y que permita aumentos de productividad. (Ver Propuesta de Reforma Laboral)

El paquete de medidas que plantea Libertad y Progreso, de llevarse a cabo de manera integral, permitiría cumplir con el objetivo de generar un superávit primario de 3% del PBI en 2020 y de esa forma dejar de recurrir al endeudamiento público a excepción de sustituir deuda.

La reducción del gasto público presenta cinco frentes de acción: 1) el gasto administrativo; 2) el gasto previsional; 3) los planes sociales; 4) los subsidios económicos, principalmente a la energía y el transporte; 5) Las obras públicas e inversiones no prioritarias.

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