LA NACIÓN – A 202 de la Declaración de la Independencia, se pusieron en cuestión los mitos fundacionales de la Argentina entre Pacho O’Donnell y el historiador Emilio Ocampo, en una álgida discusión durante el programa Terapia de Noticias , por LN+ . ¿Debe ser considerado José de San Martín como el único padre de la patria? Los académicos no lograron consensuar.
Ocampo no lo cree. “Me parece conceptualmente equivocado pensar que hay un padre de la patria. Lo que tuvimos fue una serie de personas que construyeron la República Argentina”, dijo. “San Martín fue un militar que puso sus talentos en un proyecto de una monarquía, con un príncipe a la cabeza desde el día que llegó hasta que se fue”, sostuvo el historiador.
Y continuó: “Si fue padre de la patria nos dejó cuando más lo necesitábamos, cuando había que organizar la República. Y si fue padre, nadie parece haber heredado sus rasgos, que son extraordinarios, más parecidos a un semidiós que a un argentino. Entonces, tenemos una realidad contrastante todos los días en donde no existe ningún político que se acerque a la imagen que hemos inventado de San Martín”.
En la vereda contraria, se encontraba el escritor y psicoanalista O’Donnell, quien cuestionó al historiador y a los datos que compartió con el panel. “San Martín fue una persona extraordinaria, siempre tuvo un propósito independentista y sin duda fue clave en la independencia argentina y de otros países. Nadie puede cuestionar su patriotismo”, opinó.
O’ Donnell inquirió a Ocampo sobre acusar al general de “traidor” por haber pedido instrucciones a Inglaterra. “Lo que más le puedo aceptar es que San Martín, que era un político, tuviese ganas de saber lo que pasaba a nivel internacional y qué era lo que pensaba Inglaterra, pero lo que usted dice es inaceptable”.
El reconocido escritor opinó: “Si abandonó en ese momento fue porque lo obligaron a exiliarse, San Martín se va porque está amenazado de muerte, lo hacen irse en 1924 y no puede regresar”. Rápidamente, Ocampo le respondió. “Es una explicación que no tiene ni pies ni cabeza”, dijo, y continuó sosteniendo que el general llegó a Buenos Aires siendo un “monarquista”. “Hay fabulistas y hay otros que quieren hacer historia”, concluyó, ofensivo, Ocampo.