Para analistas, se terminó la paz cambiaria y prevén suba del dólar

Director Ejecutivo en 

EL LIBERAL – Mientras el dólar cerró la semana al borde de los $30, rompiendo la calma cambiaria que había propuesto el Banco Central en julio, con una serie de medidas que provocaron una recesión en la actividad, diferentes analistas alertaron por la posibilidad de un nuevo avance del tipo de cambio en los próximos días.

El director Ejecutivo de la Fundación Libertad y Progreso, Aldo Abram, sostuvo que el Banco Central (BCRA) “debe dar muestras urgentes de que la estabilidad monetaria se va a mantener, mucho más después de dos jornadas de nuevas subas del dolar ”.

Agregó que “lamentablemente el BCRA está asumiendo un riesgo muy grande en la medida que de no frenar esta escalada del dólar, podríamos terminar en otra crisis cambiaria que va a ser muy difícil de frenar”, alertó. “Hay que evitar que la gente vuelva a tener miedo y volver a generar una estabilidad cambiaria”, aconsejó Abram.

Por su parte el economista Guillermo Nielsen, ex secretario de Finanzas, señaló que “es difícil saber si sigue la escalada, pero están dados los ingredientes para que siga. Porque hay un exceso de moneda en la economía, pese a la recesión y a que no hay plata en la calle”.

En ese sentido, explicó que el acuerdo alcanzado con el FMI puede “atajar” algunos de los efectos negativos, pero “tampoco es un escudo protector”. Aseguró además que “si la situación se pone peor” el organismo “pedirá revisar algunas cosas” del entendimiento firmado.

Nielsen dijo además que si bien “tenemos las manos atadas porque estamos pagando años de desmanejo”, el Gobierno “es muy malo para explicar cuestiones económicas y tiene un rol demasiado pasivo, tendría que ser más proactivo”.

Carugati

Por otra parte, Matías Carugati, de Management & Fit, indicó que“la calma duró poco. Parte de las tensiones vienen desde afuera, con las monedas de los emergentes depreciándose. Pero en Argentina los movimientos están amplificados por cuestiones estrictamente locales. La suba del riesgo país de los últimos días estaba dando señales de que la tormenta no había quedado del todo atrás. Los ‘cuadernos de la corrupción’ metieron algo de ruido en el mercado bursátil. Y ahora se sumó el dólar, nuevamente”.

Agregó que “hay menos oferta por el lado oficial (se redujeron las subastas) y la demanda sigue firme. Sigue la dolarización de portafolios. La incertidumbre macro empuja a los inversores, pequeños y grandes, a tomar cobertura y eso, acá en Argentina, se traduce en más demanda de divisas. El BCRA tiene las manos atadas y no puede intervenir (directamente) demasiado. Mientras que el Tesoro decidió achicar el monto de las subastas. El sendero alcista del dólar es el resultado lógico”, dijo.

A su vez, el economista Diego Giacomini, planteó que se avecina un nuevo round cambiario. “Los agentes económicos (individuos y empresas) enfrentamos actualmente el mismo dilema y tenemos las mismas dudas: ¿El devenir macroeconómico que tendrá lugar de aquí a diciembre’19, será similar a lo acontecido durante los últimos años, o, por el contrario, presentará una dinámica diferente y “novedosa”? Responder esta pregunta es trascendental, porque según sea la conclusión, diferente deben ser nuestras decisiones económicas y financieras”.

Por un lado, “si la dinámica macroeconómica de 2018/2019 continúa siendo similar a la del reciente período 2012/2017, habría que esperar un 2019 “mejor” que 2018. A partir de los primeros meses del próximo año, la inflación interanual comenzaría suave y lentamente a bajar y el nivel de actividad comenzaría a repuntar. En este marco, el empleo dejaría de caer y los salarios pasarían a ganarle (por poco) a la inflación. Paralelamente, los salarios aumentarían medidos en dólares. ¿Por qué? Porque el tipo de cambio gozaría de estabilidad, y el dólar perdería sistemática y sostenidamente contra la inflación, con lo cual el tipo de cambio real (TCR) se apreciaría y perdería competitividad”.

En este marco, “mejoraría (poco) el consumo. La tasa de interés le ganaría al dólar y las inversiones financieras deberían volcarse al peso. Los bonos y acciones subirían. Paralelamente, el crédito volvería ganar fuerza y volumen de la mano de una mayor intermediación financiera. En pocas palabras, más depósitos y más crédito”.

Por el contrario, “hay que analizar si hay chances que la dinámica macroeconómica de 2018/2019 sea diferente a la de 2012/2017. De ser así, el TCR real se apreciaría, es decir el peso le ganaría al dólar, pero sólo hasta que una nueva devaluación tuviera lugar, lo cual indefectiblemente acontecería mucho antes que terminara este gobierno”.

En otras palabras, “habría un nuevo round devaluatorio dentro de algunos meses. En este contexto, el nuevo round devaluatorio cambiaria las reglas de juego. Es decir, dependiendo del timming de la nueva devaluación, 2019 podría no ser sustancialmente mejor que 2018. En este escenario, el dólar le volvería a ganar al peso y a la inflación nuevamente; y antes de lo pensado.

En este contexto, la clave sería salir del peso “justo antes” de la nueva devaluación. Claramente, este escenario tendría peor nivel de actividad, menos empleo y más inflación. Las acciones y bonos ganarían menos vuelo, y la intermediación financiera (depósitos y créditos) serían mucho menos dinámicos que en el escenario anterior”.

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