En este escenario, diario Hoy consultó a distintos especialistas, para comprender el impacto que la devaluación tiene en los precios y entender por qué ayer la divisa estadounidense se disparó a $34,50, acumulando una devaluación anual del 95%, pese a que el Banco Central sacrificó otros US$300 millones de sus reservas y al anuncio del Presidente de un nuevo acuerdo con el FMI (Ver aparte).
Para el economista Claudio Lozano, “la intervención del Presidente no agregó ningún elemento que permitiera modificar la situación desde que empezaron las corridas cambiarias. Ni sus palabras ni el acuerdo con el Fondo produjeron un shock de confianza, entonces no sorprende la nueva devaluación” que, según vaticinó, coloca el piso de inflación anual en un 35%.
Por su parte, el economista Manuel Solanet deslizó que mientras que el jefe de Estado buscó llevar tranquilidad y apaciguar al mercado, la respuesta fue otra porque “se ve al Gobierno como tapando baches, sin resolver la cuestión de fondo para recuperar la confianza, el equilibrio fiscal y externo”.
“El mensaje del Presidente -sin datos precisos sobre el desembolso que adelantará el Fondo- y la respuesta que dieron sus amigos -los mercados- es porque no hay indicios de que podamos pagar la deuda, porque estamos al borde del default, y entonces continúa la fuga de capitales, desregulada. En una Argentina con escasez de divisas, endeudada, desfinanciada, que alienta la importación y no genera dólares genuinos, todos los problemas se potencian”, analizó Lozano.
Tal como postuló el especialista, “lo que estamos viviendo podía ocurrir, porque el acuerdo con el Fondo establece un tipo de cambio flexible y libre, con poca o nula intervención, con un dólar lo más alto posible”. En el análisis de Lozano, el resultado es un shock recesivo, la caída de la actividad económica, el derrumbe del poder adquisitivo y del empleo. Aunque advirtió que “nada de esto es un accidente, sino un objetivo doloroso de la administración Macri, que cree que por el camino de la recesión y el ajuste, enfriando el consumo, destruyendo el tejido social, frenará la devaluación y la inflación”.
En busca de la confianza perdida
“El Gobierno tiene que recuperar la confianza de los mercados, con medidas que alienten la inversión productiva, disminuyendo la presión fiscal a las empresas, fomentando la generación de empleo privado. Un plan estructurado sobre estas bases calmaría el clima de incertidumbre que hace que la gente quiera mas dólares que pesos”, evaluó Solanet