EL DÍA – Por FERNANDO CORADAZZI
“No estamos ante un fracaso económico”, dijo ayer temprano el jefe de Gabinete, Marcos Peña, para desmentir los rumores de cambios en el elenco ministerial del presidente Mauricio Macri. Dos horas más tarde, el dólar superaba los 40 pesos en algunas entidades de la city porteña.
Recién al mediodía, cuando el Banco Central anunció una suba de tasas de 45 a 60% y el alza de otros 5 puntos en los encajes, el dólar comenzó a cotizarse debajo de los 39 pesos.
Pero más tarde, una hora antes del cierre del mercado de cambios, el dólar retomó la senda ascendente y cotizaba arriba de los 41 pesos.
Al final de la rueda el Banco Central vendió US$330 millones, con el objetivo de moderar la suba de la divisa, que finalizó en el mercado minorista cerca de los $40.
Para algunos la razón era que no se conocen detalles de cómo es el acuerdo del Gobierno con el FMI.
Para otros, las soluciones son más profundas. “Tienen que haber anuncios contundentes, en materia fiscal o cambios de Gabinete, creo que deben cambiar personajes que están desgastados”, dijo en la mañana de ayer, en radio Mitre, el economista Germán Fermo. ¿Se refirió a Marcos Peña?
Dos analistas económicos comentaron a este diario que cuando en el mercado “el miedo supera al lucro”, las cosas pueden ir de mal en peor. “Las soluciones que informa el Gobierno van por la escalera y el pánico viaja por el ascensor”, dijo uno de ellos, luego que la autoridad monetaria aumentara las tasas.
Fermo juzgó imprescindible que el presidente Mauricio Macri haga anuncios relevantes que impliquen un golpe de timón, especialmente en el plano político. Y recomendó la eliminación de algunos ministerios, como gesto en aras de reducir el déficit fiscal.
Los empresarios también reclaman un acuerdo político y sectorial amplio, con la idea de que en Argentina “la inflación no se combate con la tasa de interés, sino definiendo un sendero con salarios, tarifas y tipo de cambio”. La idea fue deslizada en la Unión Industrial Argentina.
Otro tema que el mercado le discute al Gobierno por estos días es el ajuste fiscal. No porque esté en desacuerdo con la medida, sino porque observa que este no incluye al propio Poder Ejecutivo.
Un relevamiento de la Fundación Libertad y Progreso, de 2017, señaló que la administración del presidente Macri aumentó un 25% la estructura del Estado desde que asumió en diciembre de 2016. El año pasado tenía 21 ministerios, 87 secretarías de Estado, 207 subsecretarías de Estado y 687 direcciones nacionales y generales.
Con el decreto 174, firmado por el Presidente el 5 de marzo pasado, la estructura de funcionarios se redujo aunque el número de ministerios se mantuvo en 21. En total quedaron 95 secretarias (8 más) y 127 subsecretarías (80 menos). El decreto no menciona las direcciones.
Para muchos, una reducción insuficiente frente a la crisis que sufren todos los sectores de la economía argentina.
Y el tema más importante: ¿cómo afectará esta corrida cambiaria a la economía real?
Ayer surgieron los primeros síntomas de que la economía se queda sin precios mientras dura la corrida: Unilever, Molinos y Aceitera General Deheza habrían avisado a sus clientes minoristas que dejan de recibir pedidos hasta nuevo aviso.
¿La causa? No tienen precios para vender.