Desde la Fundación Libertad y Progreso consideramos positivo el anuncio de reducción de ministerios hecho por el Gobierno, pero creemos que quedaría solamente en algo cosmético si no se acompaña de la reducción de las casi 3000 reparticiones comprendidas en el Poder Ejecutivo Nacional.
Esta exhuberante cantidad de áreas ha generado, para justificar su existencia, regulaciones y controles que complican la vida a los argentinos, y que deberían eliminarse junto a sus reparticiones de origen.
Pero además de que la reforma del Estado sea real y profunda, debemos exigir que se haga bien, y con efectos sociales amortiguados. Si bien esto tiene un costo económico, es para ello que debería usarse el financiamiento disponible de organismos internacionales. No como sucedió con la enorme disponibilidad de crédito voluntario al que se tuvo acceso durante los últimos dos años, que se usó para mantener y no corregir el problema de fondo.
Para aplicar las reformas con efectos amortiguados no hace falta pasar por el Congreso, sino usar las atribuciones establecidas en la Ley 25.164, de Empleo Público. En primer lugar deben definirse las unidades administrativas dependientes de cada uno de los ministerios de la nueva estructura reducida. Luego, se deben designar los ministros de la nueva estructura. Una vez completado el re encasillamiento del personal, los que no hubieran sido reubicados en la nueva estructura quedarán en la condición de disponibilidad establecida por la Ley N° 25.164, cobrando el sueldo por un año; aunque podría estudiarse extenderlo hasta dos con el cobro de un porcentaje de la remuneración cobrada en actividad. Adicionalmente, a fin de facilitar la transferencia al sector privado de empleados públicos en disponibilidad, se dará a los empleados capacitación laboral y se otorgarán incentivos a las empresas que los contraten. Por ejemplo que el Estado les pague los aportes patronales durante un período de dos años; entre otras cosas.
También se otorgará la jubilación temprana a quienes, quedando en disponibilidad, no hubieran conseguido empleo en un año y tengan más de 55 años de edad. Y para complementar el paquete, se renegociará el acuerdo con los gobiernos provinciales con metas de reducción del personal para retornar a los niveles de 2001 en un plazo reducido.
Tener en cuenta estas medidas es muy importante para lograr una reducción exitosa de la estructura estatal con un costo social mínimo.
Finalmente, es vital avanzar en una modificación de las leyes laborales que faciliten la contratación de trabajadores, para fomentar el empleo privado y ayudar al traspaso de los empleados estatales al sector privado, como proponemos en este video; y la desregulación de la economía, ambas patas complementarias que ayudarán al plan de reducción del gasto público y de la burocracia estatal.
Para entender la dimensión del Estado enorme que el Gobierno busca achicar, mirá nuestro Video La Gran Raviolada, y para conocer el paquete de reformas de Libertad y Progreso para eliminar el gasto e iniciar un sendero duradero de crecimiento, hacé click acá (“Se puede y se debe bajar el gasto y acá proponemos cómo).