La Mañana – En diálogo exclusivo con La Mañana, el economista Aldo Abram, director ejecutivo de la Fundación “Libertad y Progreso”, afirmó que para la entidad que representa, el 2018 cerrará con una inflación anual cercana al 46%, y que la pérdida el poder adquisitivo de los salarios será en general de poco más del 10%, aunque la caída puede ser menor o mayor en ciertos sectores laborales, dependiendo de la capacidad de pago de determinadas empresas.
“Algunos sectores podrán mejorar su situación, en tanto y en cuanto sus empresas puedan exportar. Hay compañías que en este momento son más competitivas, y pueden aumentar en algo el poder adquisitivo de sus trabajadores en el marco de una nueva negociación. Por otro lado, quienes venden principalmente en el mercado interno están atravesando una recesión tremenda; y están más cerca de evaluar la posibilidad de echar gente”, explicó Abram a este diario.
“Si los gremialistas de esos sectores que dependen del mercado interno son irresponsables e intentan forzar un aumento de sueldo que no se puede pagar, lo que van a lograr es que mucha más gente se encuentre desempleada. Con lo difícil que resulta conseguir trabajo en un contexto de recesión, no se tiene que priorizar el contar con un mayor salario, sino que todos los asalariados tengan empleo y puedan llevar el sustento a sus casas”, agregó.
Banco Central
En otro orden, Abram destacó que con la gestión iniciada por Guido Sandleris en el Banco Central, desde la entidad “se entendió que si se dedica a emitir moneda sin límites para ‘licuar’ los problemas que genera el Estado, la inflación será creciente y se generará una nueva crisis cambiaria”, por lo cual consideró adecuado que el BCRA haya decidido “congelar la base monetaria, la cantidad de pesos con la cual cuenta la economía”.
“De esta manera, el peso no se seguirá depreciando. Lo que vamos a ver es que la inflación tenderá a bajar. El nivel de suba de precios que observaremos hacia adelante será lo que responde a la devaluación que tuvo la moneda nacional en los últimos meses”, señaló.
“El impacto de la devaluación demora un tiempo en trasladarse en su totalidad a los precios finales. Sin embargo, si se cumple la promesa del Gobierno nacional de no emitir más pesos, hasta mediados del año que viene la inflación será cada vez más baja”, manifestó Aldo Abram.
Publicado el 27 de octubre en el Diario La Mañana
