Estoy cansada de ver cómo pululan políticos por los distintos medios criticando la política económica de Macri y describiéndola con la fantasía de “neoliberal”, etiqueta con la que ningún intelectual del liberalismo se identifica y que eleva gastos, impuestos y deuda en medio de una debacle inflacionaria. Compruebo que periodistas que participan de estos programas no corrigen ese tremendo error.
Lo mismo ocurrió con Martínez de Hoz y con Menem: nada tiene de políticas liberales tener el dólar atado a una tablita o implementar una falsa convertibilidad, vender gigantescas empresas estatales a manos de monopolios privados, aumentar el gasto público sideralmente, incrementar impuestos y elevar la deuda del gobierno (interna y externa).
Este estatismo galopante por donde se lo mire recae muy especialmente sobre los más pobres. Deberíamos mirar lo que ocurrió en nuestro país cuando se aplicaban las ideas de Alberdi y similares antes de los golpes del 30 y sobre todo del 43: los salarios de los peones y los obreros de la incipiente industria eran superiores a todos los de Europa e iguales a los de Estados Unidos con el que competíamos.
Laura Smith Estrada
DNI 11.265.358