Economista especializado en Desarrollo Económico, Marketing Estratégico y Mercados Internacionales. Profesor en la Universidad de Belgrano. Miembro de la Red Liberal de América Latina (RELIAL) y Miembro del Instituto de Ética y Economía Política de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas.
EL MEXICANO – Sara Berbel, gerente de Política Económica y Desarrollo Local del Ayuntamiento de Barcelona, España, en el programa de radio “La Ventana” a finales del 2018, dijo que los jóvenes de la actualidad posiblemente deben ser polivalentes y contar no con una profesión, sino con dos profesiones.
Agustín Etchebarne, economista de la Fundación Libertad y Progreso de Argentina, en el programa de radio “Demoliendo Mitos” a mediados del 2018, dijo que el efecto de los subsidios a la sociedad es altamente nocivo porque las personas pierden la autoestima, la dignidad y las ganas de progresar, generando violencia y delincuencia.
Alejandro Encinas, politólogo y simpatizante de MORENA, en el programa Punto y Contrapunto transmitido por el canal de Noticieros Televisa en la plataforma de YouTube el 12 de febrero dijo que “el doctorado no quita lo tarado”, así nomás.
Sin embargo, usted, lector, no se deje llevar por los dichos, mejor déjese llevar por las estadísticas, porque de acuerdo con el INEGI en el 2015 las personas de 15 años o m s en todo el país contaban con un promedio de escolaridad de 9.1 que es equivalente al primer semestre de preparatoria.
Habrá quienes digan que hay importantes personalidades que no se graduaron de la universidad y aun así fueron exitosos como Steve Jobs y Bill Gates, sí Hay personas que no tienen estudios universitarios pero que no hayan ido a la universidad no significa que no se hayan preparado, se prepararon de otra manera, pero se prepararon. Compiten. Nadie inventa Apple ni Microsoft de la nada.
Y es que terminar una licenciatura, una maestra o un doctorado, “aunque no quite lo tarado”, requiere de disciplina, constancia, esfuerzo, sacrificio y a veces hasta un poquito de inteligencia… virtudes por las cuales no somos precisamente reconocidos nosotros los mexicanos y virtudes que precisamente no nos gusta imitar.
En México hay personas que tienen un profundo desprecio por la preparación académica y por la competencia laboral. Este modelo de país, que financia la pobreza y a quienes no quieren estudiar ni trabajar, ha fracasado en todo el mundo en cualquier ‚poca. Cuando se acaba el financiamiento, las personas siguen desempleadas y sin estudios, y con el país endeudado, con empresas menos competitivas y personas menos capacitadas.
Y no es que antes el país haya estado mejor, pero siempre se puede estar peor.