Editorial
LA OPINIÓN – El riesgo país en la Argentina ha amenazado con tocar los 1000 puntos en los últimos días. Fue noticia en casi todos los portales de noticia, haciéndose eco y retumbando sobre todos los sectores económicos. Ahora bien, ¿qué es el riesgo país?, ¿por qué es tan alto en Argentina?
El riesgo país es un índice económico que mide la probabilidad de que las obligaciones financieras contraídas por un país, a inversores extranjeros, no se cumplan. El riesgo país depende de:
- El déficit fiscal
- Crecimiento económico
- Relación entre los ingresos sobre la deuda
- Grado de apertura comercial y financiera
- Grado de diversificación de las exportaciones
- Turbulencias políticas
- Confianza hacia las instituciones
- Estabilidad jurídica y tributaria
- Presiones políticas sobre el gasto público
- Seguridad pública
Dicho índice, en general, se mide entre la diferencia de la tasa de interés que paga ese país, por la deuda que contrae, en relación a la tasa de interés que pagan los bonos de la Reserva Federal de Estados Unidos. Se toma de referencia a este país ya que sus inversiones son consideradas las más seguras y con menor riesgo de incumplimiento. Si el riesgo de un país es alto entonces la rentabilidad deberá ser alta para atraer a los inversores, por lo tanto, mayores van a ser los intereses a pagar. Mientras que un riesgo país más bajo implica una rentabilidad más baja y menores intereses a pagar por parte de los acreedores.
En Argentina este índice es alto, debido, fundamentalmente, a que el país carece de instituciones fuertes que garanticen la propiedad privada y las libertades individuales. Una sucesión de gobiernos populistas, a lo largo de la historia argentina, corroyeron la solidez de las instituciones y terminaron por dejarnos vulnerables a los ojos del mundo.
Nuestro Estado es enorme, ineficiente y obstaculiza los intercambios comerciales, favoreciendo muchas veces a determinados sectores, en contra de otros, a través de la intervención en los mercados con un sinnúmero de regulaciones de todo tipo. Tampoco es de extrañarse que el nivel de corrupción sea alto en nuestro país, cuando todo el sistema se encuentra diseñado para favorecer los ilícitos y proteger al delincuente. Al final del día siempre es una cuestión de incentivos. Si las instituciones propician el espacio para que el país pueda crecer sostenidamente en el largo plazo o no.
Otro de los factores, que juega un rol fundamental en la determinación del riesgo país, es la moneda; la moneda con la que se llevan a cabo todas las transacciones económicas de un país debe ser sana. Si esto no sucede entonces el sector financiero tiende a ser pequeño y poco diversificado. El mercado de activos es restrictivo y la bancarización muy pobre, con el grado de solvencia que se vuelve dudoso y los activos que valen muy poco. Es por ello que hay que priorizar hacer todo lo necesario para lograr una moneda fuerte. Si eso implica que la Argentina se dolarice, habrá que tomar ese camino.