Economista especializado en Desarrollo Económico, Marketing Estratégico y Mercados Internacionales. Profesor en la Universidad de Belgrano. Miembro de la Red Liberal de América Latina (RELIAL) y Miembro del Instituto de Ética y Economía Política de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas.
EXPANSIÓN – Un veto al acuerdo entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur es “muy improbable”, según expertos en comercio internacional consultados a raíz de las advertencias del presidente francés, Emmanuel Macron, y del primer ministro irlandés, Leo Varadkar, ante los incendios en la Amazonía.
De acuerdo con lo explicado por los analistas, todavía quedan muchas instancias para lograr un acuerdo definitivo que, coinciden, beneficiaría tanto a la UE como al Mercosur.
El procedimiento para que se concrete la firma entre ambos bloques implica que la UE apruebe un texto legal, que luego tendrán que votar el Consejo, las propias cámaras de los estados y el Parlamento Europeo.
“No me imagino que Francia pueda ejercer una influencia tal como para lograr que el Parlamento Europeo en su conjunto termine vetando el acuerdo”, señala el director de la consultora argentina Desarrollo de Negocios Internacionales (DNI), Marcelo Elizondo.
Por su parte, el catedrático de Esade Robert Tornabell plantea que, si bien durante el G-7 que tuvo lugar el fin de semana pasado en Biarritz (Francia) “América Latina fue el continente olvidado”, los líderes sí se manifestaron respecto de la Amazonía, ya que la región representa el 20 % del oxígeno del planeta.
Tornabell alega que el Mercosur significa para Europa 295 millones de habitantes, 15 millones de kilómetros cuadrados, materias primas para fabricar baterías, litio y, en su opinión, “España tiene fuerza suficiente para luchar y mantener el Mercosur” y es “muy improbable” que ocurra un veto.
El director general de la organización argentina Libertad y Progreso, Agustín Etchebarne, manifiesta que la firma beneficiaría a ambas partes pero más al Mercosur porque es “mucho más cerrado y menos competitivo que Europa”.
“En este momento nadie puede vetar el acuerdo”, dice la presidenta de la Asociación Civil de Estudios Económicos (Acee) de Argentina, Eugenia Crespo Armengol, quien opina que hasta que el documento entre en vigencia definitivamente podrían pasar entre dos y tres años.
Según el director de la consultora de riesgos Marsh, José María Carulla, en caso de que el acuerdo no se firme, veríamos afectadas cuatro de las cinco áreas de riesgos que identifica el Informe de Riesgos Globales 2019 presentado en Davos: el área económica, de medioambiente, geopolítica y social.
Asimismo, en general, si el tratado entre ambos bloques no prosperara, los expertos opinan que los más perjudicados serían Brasil y Argentina.
Brasil ha decidido estratégicamente poner en marcha una política de integración con la economía mundial, dice Elizondo, por lo que, si no ocurriera el acuerdo, no solo se perjudicaría a sí mismo, sino que podría generar un efecto negativo en el Mercosur por tomar una actitud más autónoma e insertarse en otros mercados por su cuenta.
Sin embargo, Tornabell opina que España también tiene mucho que perder si no se concreta el acuerdo porque, Brasil y Argentina son dos “mercados extraordinarios”, por ejemplo, para Santander y Telefónica y, además, fabrica en el país carioca trenes, vagones de metro y tiene 4.000 kilómetros de autopistas.
El catedrático de Esade mantiene que como Europa es deficitaria en petróleo y gas natural, Argentina y Brasil tienen valor para la región, ya que son potenciales suministradores de tales recursos aunque todavía “necesitan inversiones, más capital, ingenieros e ingenieras, lo que no va a suceder antes de cinco o 10 años”.
A su vez, continúa, Argentina cuenta con mercados de carne vacuna y avícola, de soja y, en el futuro, de petróleo, por lo que una apertura a Europa sería esencial.
Lo mismo piensa Etchebarne, quien señala: “Para Argentina sería la oportunidad para realizar las reformas estructurales indispensables para ser competitiva; podría generar el impulso para lograr el apoyo político necesario para vencer las resistencias de los protecccionistas”.
No obstante, la presidenta de Acee sostiene que los más perjudicados por un veto del acuerdo serían Uruguay y Paraguay porque los aranceles del Mercosur son “muy elevados” y porque son países que exportan fundamentalmente productos agropecuarios y alimentos.
Algo en lo que todos los expertos coinciden es en que los más perjudicados por un acuerdo serían los agricultores europeos que no quieren competir con sus homólogos de Brasil y Argentina.