Editorial
(Xinhua) — La propuesta de un referente de los movimientos sociales en Argentina para impulsar una “reforma agraria” disparó una amplia polémica en el país sudamericano.
El martes, el dirigente Juan Grabois, principal figura de la Corriente de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), propuso la expropiación de tierras de quienes posean más de cinco mil hectáreas en caso de que triunfe en las elecciones generales de octubre el espacio opositor espacio Frente de Todos, al que adhiere.
“Hay que avanzar con una reforma agraria, que implica necesariamente la redistribución de la tierra”, porque “no puede haber en la Argentina terratenientes y nadie puede tener más de cinco mil hectáreas”, planteó Grabois.
El dirigente consideró que “hay un fuerte consenso dentro de los movimientos sociales y populares: hay que avanzar con una reforma agraria, que implica necesariamente la redistribución de la tierra”.
“Esas extensiones de tierra son injustas y no pueden ser posibles en este país. Queremos que la tierra sea de quien la trabaja, a través de un mecanismo que es absolutamente legal y no rompe ninguno de los pactos democráticos y constitucionales que tenemos hoy, que es la expropiación de 50 mil parcelas para poder entregárselas en propiedad a los pequeños productores”, propuso Grabois.
El dirigente social advirtió que “la concentración de la tierra es escandalosa” y aseguró que en la Argentina el 2% de los productores concentra la mitad de la tierra productiva.
El ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de Argentina, Luis Etchevehere, dijo este miércoles que causaron “alerta en la producción” las expresiones del dirigente social.
“Si uno no es dueño de la propiedad privada y no se respeta eso, no hay inversión, y si no hay inversión, no hay generación de empleo”, dijo el funcionario en declaraciones a la radio local La Red.
En cambio, el secretario general del Movimiento Evita, Emilio Pérsico, apoyó el pedido de Grabois, y puso como ejemplos casos de Brasil y Estados Unidos.
“Los conservadores argentinos, no los liberales, estigmatizaron determinadas palabras, entre ellas la reforma agraria. Y se trata de pasar a muchas manos privadas la tierra. Lo ha hecho Estados Unidos, que tuvo cinco reformas agrarias. Brasil también tiene una ley de reforma agraria que se hizo en tres etapas. Tenemos que avanzar hacia ahí, no hay ninguna duda”, manifestó el dirigente social en declaraciones radiales.
Pérsico añadió que “hay modelos, como el brasileño, que se hicieron sin expropiación de tierras. Y ya llevó un millón de personas al campo. Es un modelo para la Argentina. Si quieren resolver el problema de la seguridad y del agua, es clave invertir en infraestructura para el campo”, instó.
Por su parte, el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Daniel Pelegrina, consideró hoy que el reclamo de Grabois en pos de una reforma agraria “perturba la necesidad de lograr consensos y paz en nuestro país”.
Tras pedir que “no se alimenten de cuestiones innecesarias que traen malestar”, el directivo sostuvo que “ir con estas ideas es asegurar un fracaso de la agricultura y del campo en Argentina”.
El titular de la SRA consideró que “sería un tiro en el pie para el que quiere sacar el país adelante de la mano de producción, la exportación y generar divisas. No se entiende que aparezcan estos exabruptos”.
Por su parte, en diálogo con Xinhua, la economista Natalia Motyl explicó que “lo que propone Grabois no es nada nuevo, es una reforma totalmente anti-mercado y, en un país agro-exportador en esencia, terminaría por afectar a la Argentina”.
“Una reforma así no es viable en el tiempo. Se podría hacer si el Frente de Todos triunfa en octubre y lo hace obteniendo la mayoría en las dos Cámaras del Congreso, lo que le daría el aval para poder hacerlo. Pero terminaría fracasando, porque en su concepción las interacciones individuales no tienen lugar, y cuando se elimina el rol de los individuos, la economía cae en picada”, observó la analista.
Para Motyl, economista de la Fundación Libertad y Progreso, “la visión de Grabois puede ser interpretada negativamente por los mercados. La expropiación va en contra del crecimiento económico, porque para que un país crezca es necesario que acumule capital, un capital que la Argentina necesita del exterior”, sostuvo.
La experta añadió que este tipo de declaraciones lo único que lograrán es la aceleración de la crisis y que Argentina precisa, más bien, de capitales en este momento.
