Economista especializado en Desarrollo Económico, Marketing Estratégico y Mercados Internacionales. Profesor en la Universidad de Belgrano. Miembro de la Red Liberal de América Latina (RELIAL) y Miembro del Instituto de Ética y Economía Política de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas.
Agustín Etchebarne, oriundo de Buenos Aires y economista de la Fundación Libertad y Progreso (LyP), está en Santiago del Estero para presentar su libro “La clave es la Libertad: el camino de la pobreza a la abundancia”, invitado por la Fundación Federalismo y Libertad.
Fue el primer invitado de este jueves al programa Actualidad Política, que se emite por Radio LV11, y allí mencionó: “Yo estudié en la UBA y después en Italia seguí con Desarrollo Económico y demás. El libro resume mi pensamiento, y tiene temas de economía, biología e historia. Empiezo a hablar desde un millón de años atrás, y voy mostrando qué pasó en la humanidad y cuál fue la clave del desarrollo, porque la humanidad a lo largo de millones de años fue pobre. La pobreza no tiene causas, es lo normal, es lo que pasó siempre y es incausada. Lo que tiene causa es la riqueza. Y la riqueza es la única manera de destruir la pobreza. No tiene que ver con una cuestión de distribución. En 1776 lo entendió así Adam Smith. Cuando uno analiza las causas de esa riqueza empieza a ver cuáles son los héroes que generan esa riqueza. No son los políticos ni el Estado, son los empresarios. Argentina hizo al revés, considera héroes a los políticos y villanos a los empresarios. Para mí son héroes los que inventaron las vacunas, o Fleming que inventó la penicilina, o los que inventaron la aspirina, Bayer. O Basf, una empresa alemana que logró encontrar alimento en el aire. Yo divido en dos, los empresarios y los empresaurios: los segundos son los que ganan dinero en los pasillos oficiales, o sea, un empresario que gana dinero en la Casa de Gobierno. Los verdaderos empresarios, en cambio, son los que sólo generan bienes y servicios. Lo único que tiene que hacer el Estado es garantizar la seguridad, para que no te roben los de adentro; la defensa, para que no te invadan los de afuera; y la justicia, para que restituya a cada uno lo que es suyo. No la justicia social, que es lo contrario, porque le saca al que produce y le da al que no produce nada”.