Miembro del Consejo Académico de Libertad y Progreso. Licenciado en Economía por la Universidad Católica Argentina. Es consultor económico y Profesor titular de Economía Aplicada del Master de Economía y Administración de ESEADE, profesor titular de Teoría Macroeconómica del Master de Economía y Administración de CEYCE.
PERFIL comenta la participación de Roberto Cachanosky en A Dos Voces.
El economista Roberto Cachanosky puso punto final a una discusión repleta de acusaciones cruzadas entre la diputada K Victoria Donda, el diputado Daniel Arroyo y el senador oficialista Esteban Bullrich. En un debate en el programa A dos voces (Todo Noticias), el economista tiró una serie de datos que fueron muy aplaudidos en las redes sociales y que dejó sin respuestas a los políticos presentes: “Un senador en España cuesta 10 veces lo que cuesta un senador en la Argentina”.
Citando datos del proyecto de Presupuesto presentado por el ministro Hernán Lacunza, Cachanosky planteó a los tres legisladores el elevado costo que supone mantenerlos: “La Cámara de Diputados argentina tiene un presupuesto de 150 millones de euros, eso significa que cada diputado cuesta 49 mil euros mensuales. Está en el Presupuesto, página 16. ¿Sabés cuánto es en España, que tiene la misma población? Tiene un presupuesto de 91 millones de euros y, acá cuesta cada diputado dos veces más en euros de lo que cuesta un diputado en España, que tiene la misma población”. (Fuente www.perfil.com).
Refiriéndose a la Cámara de Senadores, el economista explicó que “el Presupuesto es de 148 millones de euros, acá te sale cada senador, cuando se divide el presupuesto por la cantidad de senadores, 171 mil euros mensuales contra 17.500 euros que te cuesta un senador en España, es 10 veces más caro”. En medio de una tensa discusión sobre pobreza, hambre y emergencia alimentaria, Cachanosky logró dejar en jaque a los representantes del pueblo mostrándoles las cifras: “Muchachos, lloren por los pobres, pero empiecen a mirar por acá”. La legisladora Victoria Donda solo pudo responder que no se siente incluida en la palabra “muchachos”.
