“Esta caída del peso afecta a los más pobres y los jubilados”

Foto Agustin Etchebarne
Director General en 

Economista especializado en Desarrollo Económico, Marketing Estratégico y Mercados Internacionales. Profesor en la Universidad de Belgrano. Miembro de la Red Liberal de América Latina (RELIAL) y Miembro del Instituto de Ética y Economía Política de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas. 

DIARIO SAN RAFAEL En las últimas semanas, tras una nueva devaluación del peso argentino, surgieron voces de economistas proponiendo que una solución para parte de los dilemas nacionales sería dolarizar.

La alta inflación y la enorme deuda externa, dos problemas acuciantes que existen hoy, son parte de la historia argentina en muchos momentos y hay quienes, cansados de esto, sugieren explorar la posibilidad de dolarizar la economía, que en algunos casos ya funciona con esa moneda pero no en lo formal.dolarización argentina

En cada devaluación se repite la película: el dólar sube, los nervios del mercado también y con todo ello luego vienen incrementos en alimentos, medicamentos y demás. Es una figurita repetida que tiene un único perdedor: el trabajador de a pie, y en general, el país, que parece condenado a estas fluctuaciones entre la pobreza, el subdesarrollo y las crisis recurrentes.

Una de las voces que señala esta posibilidad es Agustín Etchebarne, director general de la Fundación Libertad y Progreso. “Lo primero que hay que decir es que lo que fluctúa es el peso, el dólar está en el mismo lugar, como el peso se cae, suben los precios, el primero es el del dólar. Luego suben los medicamentos y alimentos. Y finalmente los salarios y jubilaciones, esta caída del peso afecta a los más pobres y los jubilados, esa es la perversidad de la devaluación permanente, por eso estoy a favor de la dolarización”, expresó en FM Vos (94.5).

El economista señaló que “con la cantinela de poner plata en el bolsillo de la gente venimos hace 70 años y no funciona, Argentina junto con el Congo son los que más recesiones han tenido. Poniendo más plata en el bolsillo de la gente terminamos con hiperinflaciones o deuda. Con la dolarización cambia quién paga el pato”.

Agregó que “los que defienden el peso dicen que si manipulas la moneda, podés evitar recesiones, eso claramente no funciona en Argentina. La moneda significa tres cosas: cambiar cosas con cualquier país, pero el peso no es una moneda internacional, salís de Argentina y no te la acepta nadie; tampoco es reserva de valor, porque va perdiendo valor todos los años, un tercio todos los años; y el tercer punto es unidad de cuenta, eso es precario porque el peso no sirve para vender un auto, porque va cambiando permanentemente. La cuarta idea que inventaron es que podés morigerar las recesiones, si existe no se ha sabido usar. Congo tiene guerras civiles, nosotros no tenemos explicación para las recesiones”.

Sobre por qué el sistema político argentino es reticente, dijo que hay un tema de nacionalismo por un lado, “como si el nacionalismo estuviera en la moneda”. Aseguró que con el euro ningún país perdió soberanía y que “la inflación aumenta enormemente la corrupción”.
Sugirió finalmente que para dolarizar, “lo mejor sería tratar de alcanzar un acuerdo con Estados Unidos, lo cual no sé si es posible, sí sé que gente del Partido Republicano ha dicho que Argentina debería dolarizar”.

Recientemente también abogó por esta opción de dolarizar el economista Roberto Cachanosky.

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