Miembro del Consejo Académico de Libertad y Progreso.
VISIÓN LIBERAL – La caída del Muro de Berlín fue probablemente el episodio mas significativo de fines del sigo XX. Concluyó con un régimen oprobioso a las libertades y a la dignidad humana. Reveló de la manera mas transparente posible el fracaso de un sistema que ahogaba a la libertad, mecanizaba a los seres humanos y los sometía a una violencia sistémica e integral.
Ese intento de uniformar a la especie humana, esa utopía sangrienta derivó no solo en una frustración, en una perdida atroz de libertades, sino también y de manera igualmente significativa en un formidable fracaso económico que hizo que una gran parte del país alemán quedará rezagado y asolado por los problemas ambientales y sobretodo con un horizonte muy negativo y estrecho.
El Muro de Berlín simboliza mejor que nada la prevalencia y la victoria de la libertad y, sobretodo la reconstrucción de una sociedad tolerante, humana, plural, heterogénea, cómo es la raza humana y como es la naturaleza humana.
El Muro de Berlín dio probablemente la señal mas efectiva sobré que es lo que fracasaba en el mundo y su destrucción, su derrumbe, constituyó una señal prácticamente imposible de ignorar para los partidarios y adversarios de las utopías sangrientas.
Ese proceso debe ser celebrado en todas las naciones, porque es un símbolo muy alemán pero muy universal al mismo tiempo.
La tragedia que significó durante tantos años probablemente marcó a varias generaciones. A la mía sobretodo, dónde habíamos llegado a adquirir hasta cierta resignación sobre el tiempo que iba a demorar normalizar la vida y la libertad. Y sin embargo, debo confesar… en mi caso me produjo una alegría difícil de poder traducir en palabras.
Fue una explosión de júbilo, fue un canto a la vida y agradezco haber vivido para presenciar esos episodios, para tomar sus consecuencias y sobretodo para no quebrar nuestro ánimo cuando surgen adversidades como las que vivimos en nuestro continente donde los muros de la represión, del aislamiento han hecho tanto daño en Venezuela, Cuba y Nicaragua.
Una vez mas los invito a todos a recordar con alegría, con dedicación y con lucidez ese episodio tan significativo en nuestras vidas y tan relevante para el destino de la humanidad.
Luego de su caída, se recuperó la unidad del país alemán, se generó una enorme fraternidad y volvió a prevalecer la concordia, volvió a prevalecer en toda Alemania la idea de cooperar y competir pacíficamente y no estar sujetas a ese estado policial donde el espionaje convertían la vida de cada uno en una pesadilla. Vaya entonces mi saludo, mi alegría y mi entusiasmo por rememorar una vez mas este hecho.