Subdirector de la Maestría en Economía y Ciencias Políticas en ESEADE.
El economista analizó en la 99.9 la situación que está atravesando el vecino país y remarcó que se trata de una cuestión ideológica: «Piñera recula cediendo ante el chantaje de los violentos, lo que es preocupante», agregó.
La situación en las calles de Chile sigue siendo igual de intensa, a pesar de que en los medios poco se habla ya al respecto o al menos, no con la misma asiduidad que en los primeros momentos de las manifestaciones masivas.
El problema inicial ya no es el eje central, sino que ha ido mutando el reclamo y parece ser algo más de fondo lo que lleva a la protesta. En ese sentido, el economista Iván Carrino habló en la 99.9 sobre lo que está viendo en el vecino país y destacó que «parecería que lo que hay son interpretaciones de lo que hace la gente en la calle, pero no tienen un interlocutor. Si el problema fue el subte y la tarifa se retrotrajo, después era la desigualdad y se subieron los impuestos a los ricos y aumentaron los subsidios a los pobres y todo eso no calma; lo que parece es que se está buscando que el gobierno se vaya».
Para Carrino todo se reduce a un tema ideológico y la necesidad de terminar con un modelo económico: «la conclusión que sacó es que el movimiento en la calle tiene una línea de izquierda que va en contra de lo que denominan un modelo neoliberal. Hay datos objetivos que muestran una mejora formidable con estas políticas, no estamos hablando de un país que sea más desigual que la media de todo Sudamérica. Parece que todo lo que huela a liberalismo tiene que ser combatido, incluido el gobierno. Para estos grupos violentos de izquierda, los gobiernos no tienen legitimidad. Es algo que va en lo ideológico y Piñera recula cediendo ante el chantaje de los violentos, lo que es preocupante».
Según los datos económicos que citó Carrino, Chile no es más desigual que la mayoría de los países del continente e incluso comparado con Argentina; pero la manera de manifestarse ha sido particular: «la desigualdad, no tiene pies, manos, ni tiran bombas molotov; los que lo hacen son personas que están convencidas de que viven en un mundo injusto y tienen derecho a romper todo».
Después surgieron las protestas y enfrentamientos en Bolivia que no son comparables desde el punto de vista del economista: «Piñera hace menos de 2 años ganó las elecciones con más de 5 millones de votos, un 54% del total de votantes. Evo Morales está hace 15 años y su útlimo mandato ya era inconstitucional pero se permitió porque la justicia está coptada. La diferencia entre ambos casos es enorme, la gente en la calle parece que en Chile quiere decir que Piñera se tiene que ir y en Bolivia es un Golpe de Estado. Desde lo legal, en Bolivia, el que violaba las leyes constantemente era el presidente», finalizó.