Por Diego Piccardo Analista económico en la Fundación Libertad y Progreso
EL ECONOMISTA – La economía chilena está sufriendo las consecuencias de las masivas y violentas protestas que vienen ocurriendo desde el 18 de octubre. A fin de cuentas, los que pedían por mayor igualdad terminan generando mayor desempleo y pobreza.
Chile está por cumplir su octava semana de protestas con un elevado nivel de violencia que conmociona a todo el mundo y puede llegar a ocasionar severas secuelas para su economía, si no resuelve rápidamente estos conflictos. Hasta entonces venía con una performance ejemplar en comparación con el resto de los países latinoamericanos.
De esta forma, el primer dato que demuestra el desplome en la producción chilena es el Indicador Mensual de la Actividad Económica (IMACEC) de octubre que disminuyó 3,4% interanual. La variación mensual entre septiembre y octubre de 2019 es abismal: la economía cayó 5,4%. Es importante señalar que hasta septiembre de este año se venía creciendo a un ritmo promedio interanual de los últimos doce meses en torno al 2,6%. Este derrumbe es el mayor desde la crisis internacional del 2009.
El segundo dato que confirma el desastre ocasionado por las protestas es el Índice de Actividad del Comercio (IAC) elaborado por el Instituto Nacional de Estadísticas de Chile (INE). Las variaciones son similares a lo que ocurre con el IMACEC, en términos interanuales se observa un desplome, en este caso del 9,5% interanual, cuando se registraba un crecimiento promedio de la actividad del comercio del 3,9% interanual en los últimos doce meses. Según la Confederación Nacional de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa de Chile (Conapyme), por la caída en las ventas de los comercios están en peligro de quiebra un total de 20.000 pymes, con todo lo que ello implica en materia de desempleo.
Otro sector que padece la crisis que está sufriendo Chile es el sector del turismo, reflejado en la menor cantidad de pernoctaciones en los hoteles. Según la Encuesta Mensual de Alojamiento Turístico (EMAT), en octubre se registraron 1.678.572 pernoctaciones en el país, disminuyendo 14,1% respecto al mismo mes del año anterior.
Por estas razones, hace una semana el Banco Central de Chile emitió el Informe de Políica Monetaria (IPoM) en el que se recortaron las previsiones de crecimiento para el 2019, pasando del 2% al 1%, y para el año que viene se espera crecer apenas entre 0,5% y 1%, cuando antes se esperaba un crecimiento económico de 2,75% y 3,75%, mientras que para 2021 se estima una expansión del 2,5%-3,5%, menor a la previsión anterior del 3%-4%.
Este menor crecimiento de la economía chilena para los próximos años significa menos empleo, menos desarrollo y más pobreza, justamente lo contrario a las banderas que predican las protestas que no parecen tener un final a la vista. Tampoco se ven respuestas por parte del Gobierno de Sebastián Piñera que trata de calmar a las protestas con parches que no terminan de resolver la cuestión de fondo, ampliando el gasto público con su consecuente incremento del déficit fiscal.
Los actores de la política chilena tienen que buscar una solución lo más rápido posible ya que la economía dio las primeras señales de que los efectos de las violentas protestas llegaron para quedarse.
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Sin juicio político
La Cámara de Diputados de Chile rechazó ayer avanzar en un juicio político contra el presidente Sebastián Piñera por su presunta responsabilidad en violaciones a los derechos humanos durante la ola de protestas que ha sacudido al país por casi dos meses.Así lo consignó Reuters. Con 79 votos, los congresistas aprobaron la defensa presentada por el Presidente, bloqueando la posibilidad de continuar la causa impulsada por parlamentarios de oposición.