Miembro del Consejo Académico de Libertad y Progreso.
INFOBAE – La situación de la economía al cierre de 2019 se caracteriza por enormes debilidades en lo micro económico, pero también algunas fortalezas macro, como la recuperación de la solvencia de las cuentas externas, con un superávit de balance comercial de cinco dígitos, unos 14.000 a 15.000 millones de dólares, reducción del déficit del turismo; y freno de la salida de dólares por la doble vía de la reinstauración del control de cambios a mediados de agosto y el reperfilamiento del pago de la deuda pública.
Frente a ese cuadro y dadas las necesidades impostergables de no sólo frenar la caída de la actividad económica que va en camino a su tercer año consecutivo, sino principalmente de volver a crecer para poder generar empleos y reducir la pobreza, el ex ministro de Hacienda, destacado consultor de empresas y de organismos internacionales y Premio Konex 1996, y Ricardo López Murphy, accedió a dar su primer entrevista a Infobae, después del período de abstinencia que se tomó por la campaña electoral, con un mensaje esperanzador: “si se hace una negociación rápida y exitosa de la deuda pública, externa e interna, la economía podrá ingresar en un círculo virtuoso”.
Si se hace una negociación rápida y exitosa de la deuda pública, externa e interna, la economía podrá ingresar en un círculo virtuoso
– Asumió el presidente Alberto Fernández y también su ministro de Economía, Martín Guzmán, y dieron sus mensajes a la ciudadanía. ¿Cuál fue su primera impresión?
– Voy directo a lo que creo son las cuestiones decisivas. La economía argentina, impuesta por la realidad del mercado hizo un sobreajuste. Las cuentas externas están sobreajustadas, ya se observa superávit en la cuenta corriente de divisas, no es normal en un país emergente. Eso ha ocurrido por una gran desconfianza, y me parece mal diseño de la política económica durante el gobierno anterior, pero, mal o bien, la economía hizo la corrección y está con superávit en la cuenta corriente. En esas condiciones creo que estamos en aptitud de hacer una estabilización macroeconómica valiosa, esto es aprovechar esa holgura en la situación externa, para relanzar el crecimiento; bajar la tasa de inflación; aumentar el empleo; y crear un ciclo favorable.
– Lo presenta muy simple…
– No. Tengamos en claro que no hay espacio para hacerlo con la política monetaria, ni con la política fiscal; como dijo el ministro de Economía. No tenemos espacio con la política monetaria por la aceleración de la velocidad circulación de dinero; tampoco con la fiscal porque no hay crédito. Todo el debate keynesiano es qué hacemos con el crédito que dispone el Estado, mayor que el sector privado, pero acá no lo dispone porque colapsó, se está en imposibilidad de renovar la deuda.
– ¿Y entonces?
– Ese situación crea una formidable oportunidad de recuperación porque bastaría que restableciera la previsibilidad de la deuda argentina para que se produjera un colapso del riesgo país, y eso sería un factor reactivante formidable; como lo sería lograr que retorne al sistema financiero los USD 15.000 millones que salieron de los bancos; cómo lograr también que muchos argentinos que tienen recursos en el país vuelvan a depositarlos en el sistema financiero, simplemente por el temor que han tenido que se los “roben”, que se los manoteen.
– ¿Usted lo que está diciendo es que la clave para que éste sea un gobierno exitoso, es recuperar la confianza? El ministro de Economía habló de “tranquilizar” a los mercados…
– Exactamente, la clave del problema macroeconómico y de la recuperación es el de recuperar la confianza en un sendero previsible. Me parece que es factible hacerlo, requiere por supuesto políticas monetarias y fiscales consistente en el corto y mediano plazo; un programa que permita una renegociación exitosa con nuestros acreedores y el apoyo de los organismos multilaterales. Ahora, la demora en actuar tiene costos.
– ¿Qué demoras observa?
– El país no tiene Presupuesto, no hay país moderno que pueda funcionar sin Presupuesto, no sólo eso, faltan los criterios de política económica. ¿Cómo puede funcionar una sociedad si nadie sabe lo que el Gobierno quiere hacer; no hay plan monetario, no sabemos lo qué va a ocurrir, con buen criterio el ministro ha dicho que esto no se arregla con una inundación monetaria, como estuvieron sugiriendo algunos partidarios, algunos dirigentes del Frente de Todos; pero no ha venido detrás de eso un plan consistente con el plan presupuestario; con el plan financiero, que nos dé a todos la tranquilidad y produzca la caída del riesgo país que está ahí disponible.
– ¿El Gobierno acaba de asumir, no habría que darle tiempo?
– El gobierno anterior hace 3 meses que desgraciadamente anunció el reperfilamiento de la deuda. Todos los países del mundo que yo conozco cuando anuncian la reestructuración de la deuda, inmediatamente al día siguiente presentan su propuesta a los acreedores. Acá no ha habido propuesta. No se conoce. Hace tres meses que lo único que hacemos es pagar sin poder colocar. Estamos sometiendo a la Argentina a un esfuerzo colosal.
– Esta semana el nuevo gobierno hizo un pago, también…
– Exacto, se pagó porque no se pudo colocar deuda. ¿Por qué estamos haciendo esta contracción de crédito, porque no somos capaces de formular una oferta. Y eso es un costo inmenso que le estamos poniendo a la economía por la incertidumbre. No tenemos plan monetario. No tenemos Presupuesto. ¿Cómo se maneja una República sin moneda y sin Presupuesto?, es una cosa que escapa a mi conocimiento. Y me pareció preocupante que el sistema político y parlamentario convalide esa hipótesis de trabajo como si fuera un almacén, o sea, una monarquía absoluta que dispone de los recursos de los contribuyentes sin ningún límite y sin ningún árbitro.
¿Por qué estamos haciendo esta contracción de crédito, porque no somos capaces de formular una oferta. Y eso es un costo inmenso que le estamos poniendo a la economía por la incertidumbre. No tenemos plan monetario. No tenemos Presupuesto
– El Presidente decidió trabajar con el Presupuesto anterior, ¿qué tiene que hacer, presentar al Congreso igual una estimación de crecimiento, de ingresos, para adaptarlo al ritmo inflacionario?
– Tiene que hacer esas estimaciones, el argumento puede ser que no han tenido las mayorías parlamentarias, que cambió la composición del Congreso el 10 de diciembre. Todo hubiera sido comprensible. Pero ha tenido un mes y medio para formular los criterios de política económica. Podría haber anunciado los criterios bajo los cuales se va a diseñar el Presupuesto, no estoy diciendo los números detallados, para eso ha nombrado a un secretario de Hacienda, que es muy experimentado y eso lo va a hacer rápido, pero necesita contar con las pautas básicas.
– ¿Por qué considera tan relevante el Presupuesto cuando casi nunca se lo ha cumplido?
– Porque la cuestión esencial para un país es contar con un Presupuesto, un programa monetario, un plan financiero, la reestructuración de la deuda interna, la reestructuración de la deuda externa. No hay nada más potente para reactivar esta economía, no hay ningún instrumento más potente que dar una respuesta a estos temas, que tendría un impacto extraordinario por el nivel de deterioro que tenemos, con tasas de interés que son 25, 26% anual en dólares. Eso colapsaría con un programa sensato.
– ¿Cree que se podría lograr una brutal baja de la tasa de riesgo país?
– No quiero decir que vamos a ir a las tasas de riesgo país uruguayas o chilenas, pero digo, colapsaría porque el nivel actual de más de 2.000 puntos básicos es producto de un gran temor, de una crisis feroz de confianza, que ha destrozado a la Argentina. Pero no es solo eso, no tenemos, no ha habido en la discusión en la campaña electoral, que ha sido pobrísima, una discusión sobre el sistema tributario, regulatorio, arancelario, que la Argentina tiene que tener. No lo sabemos. O sea, diría como los regímenes cuasi totalitarios nacidos del platonismo, de Platón, somos como un lienzo en blanco, cada uno que llega acá quiere escribir nuestra vida como si el mundo comenzara hoy.