LA MAÑANA ONLINE – Medios nacionales informaron que por efecto de los controles cambiarios que se aplican desde 2019, comparado con el pico de septiembre del año pasado, el peso argentino experimentó una apreciación de 10,1% en cuatro meses, según un cálculo realizado por la Fundación Mediterránea. Por otra parte, pese a la reciente baja de la tasa de interés de los plazos fijos en moneda nacional, los depósitos en pesos crecieron un 31,3% en enero, en el orden interanual, de acuerdo a lo informado por la operadora First Capital Group.
En lo concerniente a estas cuestiones, el ingeniero Manuel Solanet, director de Políticas Públicas de la Fundación “Libertad y Progreso”, aseguró a La Mañana que la política cambiaria de la actual administración nacional es de “muy corto plazo” y no puede ser mantenida a lo largo del tiempo, lo que resultará un obstáculo para la aceptación de cualquier propuesta que el Gobierno nacional presente al Fondo Monetario Internacional en el marco de la renegociación de la deuda externa.
“Aunque se resuelva el problema de la deuda externa, el tema cambiario no es sostenible. Nuestros acreedores pueden mencionar que la revaluación del peso afecta el balance comercial y el balance de pagos. Es una de las observaciones que pueden realizar cuando se les presente una propuesta de quita o de reestructuración para afirmar que con esa política, va a ser más difícil que la Argentina cuente con los dólares necesarios para poder pagar lo adeudado”, explicó Solanet a este diario.
“La revaluación de la moneda argentina implica una disminución del tipo de cambio real. Nos referimos al tipo de cambio oficial, el que se aplica a las importaciones y exportaciones. Pero el ‘cepo’ permite que se abran otros mercados, como el de Contado con Liquidación o el dólar ‘blue’. En las cotizaciones paralelas, el dólar buscó un nivel que no es el que tiene el tipo de cambio oficial”, agregó.
“Esto se puede mantener por un lapso determinado, pero la experiencia histórica que se tiene con este tipo de políticas cambiarias señala que no se puede sostener por demasiado tiempo. Sobre todo, cuando una importante fuente de los recursos fiscales son las retenciones a las exportaciones agropecuarias, que tuvieron espacio en el momento de una fuerte devaluación. Después, en la medida en que el tipo de cambio se va ‘retrasando’, empiezan a surgir muchos problemas en la producción, sobre todo en la producción agropecuaria”, manifestó Manuel Solanet.