Ante la falta de recursos genuinos, el gobierno, decidió comenzar a financiar su déficit en el contexto de Covid-19 mediante la impresión de billetes. De esta manera, la base monetaria llegó a expandirse a un máximo de 90%ia el 7 de abril. En un primer momento, cuando ocurría la expansión, la demanda de pesos crecía producto de la incertidumbre generada por el Coronavirus. Las personas querían tener efectivo para realizar sus compras. Con el paso de los días y al observar que se podía retirar efectivo de los cajeros del banco, la demanda de pesos comenzó a caer y la presión sobre los dólares paralelos se incrementó y ya ha superado la barrera de los $110.
BASE MONETARIA: Var. % ia – diaria y promedio móvil 20 días
Esto asustó al gobierno que sobre finales de marzo dio su primera señal de absorción de pesos. Luego, en abril, la absorción fue aún mayor utilizando los instrumentos de la deuda remunerada. Primero fue mediante las Leliqs, después fue el turno de los pases, incrementándose así el stock de deuda remunerada. De esta manera, el 17 de abril, se observa una absorción de $494.153 millones. Por otra parte el acumulado de abril señala una absorción neta de $360.204 millones. Así, se compensaría parcialmente la fuerte expansión de $575.948 millones realizada en marzo.
Queda claro que poner plata en el bolsillo de la gente no solucionará el problema si la moneda no es demandada. En lugar de invertir o consumir esos pesos, gran parte de ellos tendrá como destino la compra de dólares para resguardarse. Por el otro lado, el incremento de la deuda remunerada no es otra cosa que emisión futura, por lo que se está pateando el problema hacia más adelante. Argentina presenta un enorme desafío para no caer en una elevada inflación en el mediano plazo.