LA MAÑANA – El economista señaló que hubo precios que no se modificaron porque varios sectores no pudieron trabajar, y que la devaluación del peso se observará con mayor claridad luego del aislamiento.
Medios nacionales informaron que el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) dio a conocer la variación mensual del Índice de Precios al Consumidor de abril, que fue del 1,5%, en el marco del primer mes que estuvo atravesado en su totalidad por la cuarentena obligatoria a raíz de la pandemia del COVID-19, con pocos comercios abiertos.
Se conoció que la medición del INDEC se realizó mediante consulta telefónica, correo electrónico y relevamiento de precios on-line, debido a que no se pudo realizar el trabajo “de campo” para medir los precios en supermercados o almacenes de barrio por la cuarentena.
En lo referente a este tema, el economista Aldo Abram, director ejecutivo de la Fundación “Libertad y Progreso”, afirmó a La Mañana que por diferentes circunstancias que son consecuencia de la cuarentena que rige en el país desde el 20 de marzo último, hoy el Índice de Precios al Consumidor no refleja los costos reales de diferentes bienes y servicios.
“Cuando comenzó la cuarentena, como los argentinos usamos mucho efectivo y teníamos incertidumbre con respecto al funcionamiento de los Cajeros Automáticos o sobre la provisión de billetes para esos dispositivos, demandamos mucho dinero en efectivo. Entonces, el Banco Central, que es el único financiador del aumento del gasto público, emitió en exceso para solventar el gasto y dar créditos baratos”, comentó el profesional.
“Al principio, esto no se notaba en el precio del dólar, porque existía demanda de pesos. Pero cuando la ciudadanía observó que los cajeros funcionaban y el sistema financiero se fue normalizando, tendió a bajar su demanda de pesos y a requerir dólares, mientras que la oferta de billetes argentinos siguió creciendo. Entonces, lo que se tiene es una depreciación fenomenal de la moneda nacional, que no estará reflejada en un tipo de cambio ‘artificial’ que fija el BCRA, sino en los mercados paralelos legales e ilegales”, explicó Abram a este diario.
A continuación, el profesional aseguró que la depreciación del peso será observada mayoritariamente en los servicios y no en los bienes, porque para los valores de esos productos se tiene al costo del dólar “oficial” como referencia.
A su vez, el especialista dijo que hubo sectores, como los Colegios Privados y los Gimnasios, que en ciertos casos bajaron los costos de sus cuotas, para evitar mayores pérdidas de ingresos, y no por otros motivos. “Por lo tanto, el IPC del INDEC refleja una ‘realidad distorsionada’, porque la baja de precios en ciertos lugares tiene su origen en la imposibilidad de los clientes de usar el servicio en un contexto de excepción, y no en una baja real del costo de esas prestaciones”, añadió.
“El IPC del INDEC no refleja la realidad, pero no porque realice una encuesta ‘trucha’. Lo mismo sucede cuando se releva el precio de la ropa, siendo que los negocios del rubro estuvieron cerrados. Aunque se hubiera contactado telefónicamente a algún personal de esos negocios, seguramente se hubiese detallado que el valor de los productos seguía siendo el mismo que el observado el mes anterior, porque no hubo ventas. También, siguen vigentes los ‘congelamientos’ de las tarifas de los servicios públicos y de los precios de algunos productos”, especificó.
“Al mismo tiempo, en el marco del aislamiento, muchas personas recurrieron más a los comercios de proximidad que a los supermercados; y hubo negocios de cercanía que aumentaron sus precios, por la suba de la demanda. En este contexto, el INDEC ‘sobrepondera’ a aquellos negocios que menos aumentaron sus costos finales, que fueron los grandes autoservicios”, aseveró.
“Una vez que finalice la cuarentena, y con el paso del tiempo, la realidad que marcará el IPC será la de una fuerte suba de precios, con ‘saltos’ en los costos de productos que antes no se podían relevar. Por ello, los índices de inflación serán más altos en la medida en que se salga del período de aislamiento social”, manifestó Aldo Abram.