Subdirector de la Maestría en Economía y Ciencias Políticas en ESEADE.
LA TECLA – Mientras el Gobierno comienza a poner el foco en la fecha tope del aislamiento social en Fase 3 “administrada” para el Area Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), la crisis económica amenaza con estallar. La pandemia del virus de COVID-19 profundizó la caída de la actividad a la par que la negociación con los acreedores se torna cada vez más larga.
LaTecla.info conversó con los economistas Hernán Letcher, Iván Carrino, Martín Tetaz y Orlando Ferreres para conocer el escenario que le espera al país el día después del coronavirus.
-¿Cuál es el logro económico del Gobierno y cuál el error?
Hernán Letcher: Me parece que el mayor acierto del gobierno es estar encima de la demanda que requiere la pandemia. El ife y el atp son dos herramientas tremendamente potentes y que requieren un gran esfuerzo. Muestran la fuerte vocación de la actual gestión con el trabajo y la producción. La comunicación quizá no es la mejor. Alberto comunica muy bien. Pero un sector importante de los medios instala todo el tiempo debates con el único ánimo de atacar la gestión y sin argumentos. En estos días uno identifica que algunos periodistas que reclamaban salidas y libertad, ahora cuestionan la fase actual.
Iván Carrino: Ningún logro. Errores muchos: una cuarentena eterna y poco inteligente. Una estrategia previa a la pandemia que tumbó las tasas de interés, comenzó a emitir sin freno y concluyó todo intento por equilibrar las cuentas públicas y reducir la carga tributaria. Por último, elevada convicción a favor de controlar precios. Veremos cómo sigue, pero todas esas políticas no son conducentes al crecimiento económico de largo plazo.
Orlando Ferreres: En lo que respecta a la Pandemia está bien el gobierno, aunque el error está en el exceso de la crisis económica.
Martín Tetaz: La verdad que es difícil encontrar un acierto del Gobierno, no abundan. Es cierto que las circunstancias fueron muy desfavorables, el viento se le dio vuelta por completo y se le puso totalmente de frente. Tampoco los primeros meses de gestión hubo grandes aciertos. De alguna manera hubo un intento de ordenar la política fiscal, al principio, cuando metió el paquete de aumentos impositivos y de recorte a los jubilados, fue un intento ortodoxo por ordenar las cuentas fiscales. También encaró un objetivo correcto de resolver el tema de la deuda bastante rápido. El Gobierno arrancó con el pie derecho, pero después no hubo ningún acierto ni en el manejo de la pandemia, rompió la economía, no tenía margen para una cuarentena larga porque no tiene crédito ni moneda, no puede darse el lujo de una cuarentena larga. Demoró demasiado la cuestión de arreglo de la deuda, eso sería un gran acierto. Hasta ahora el manejo de la deuda en peso, ayudado de un ultra cepo hard, que no le dejaron a los acreedores hacer nada, mal que bien está reordenando la deuda en pesos mejor que en dólares. Podría ser un acierto, pero eso está por veces. En la gestión ha sido desastroso, en la economía todos los planes que implementó fracasaron en su implementación. El IFE en un principio era para 3 millones de personas, se le colaron 6 y un millón que le correspondía no lo recibieron. Arriba de eso también tardaron mucho tiempo en implementarlo y cobrarlo. Lo mismo pasó con la línea 24 por ciento y fue reemplazada por el ATP, que no llegó. Todo lo que dependía de cuestiones de gestión no funcionó. No es un problema del Gobierno, es un problema del Estado argentino que no tiene los cuadros técnicos con estructura de formación de carrera, una organización acorde a lo que el Estado necesita. Fracasa en regalar dinero, no fracasa en poner un cohete en la luna.
-¿Cómo puede afectar la emisión de billetes?
Hernán Letcher: En principio no hay condiciones para que haya un proceso de hiperinflación como se está planteando desde algunos sectores, eso no significa que no puedas tener tensiones inflacionarios que las vas a tener, esta claro. Es decir, la emisión no es neutra y nada sucede, pero no un escenario de hiperinflación donde tenés precios regulados, donde ni siquiera se cumplen las condiciones para que haya inflación con la formulita que plantea la ortodoxia. Y con controles cambiarios, si no tuvieras es posible que el excedente se vaya a dólar y el tipo de cambio suele ser la polea de transmisión de procesos inflacionarios.
Iván Carrino: El tema de la emisión claramente tiene impacto en la inflación. Negar eso es querer cuadrar el círculo, así que los riesgos son evidentes. Pero se puede revertir, si el gobierno va hacia un ajuste fiscal y monetario. No hay muchas opciones. Y el Rodrigazo está garantizado.
Martín Tetaz: Es tan abrumador el monto de la emisión que mete el Gobierno que ni siquiera le alcanza con la fabricación de pesos locales que tiene que importar billetes. Es la paradoja de un modelo que venía a sustituir importaciones, no sustituir la emisión de billetes que es una imprenta y no requiere tanta tecnología, estamos importando billetes con la segunda paradoja que la remarcó muy bien el economista Pacienti ´estamos usando dólares para comprar pesos´. Esa frase resume a la perfección. El haber hecho muy prolongada la cuarentena sin tener crédito y sin tener moneda es un problema. La cuarentena implica que los ingresos fiscales son menores porque está parada la economía. Los ingresos son más bajos por la cuarentena y los gastos son más altos porque hay que sostener programas como el ATP o el IFE. Los gastos crecen por arriba de la inflación y los ingresos crecen por debajo de la inflación, eso arroja un déficit fiscal de 253 mil millones de pesos. Esa magnitud hay que emitirla toda porque no hay crédito. Entonces el gobierno que ya emitió un billón, 400 mil millones de pesos, va camino a emitir otro billón y medio si no logra cerrar el deficit en los próximos meses. ¿De qué depende si lo logra cerrar? de que reactive la economía lo más rápido posible y termine con la cuarentena, pero eso lo tiene que hacer cuando no tiene controlada la pandemia. Van 120 días y es de los pocos países que tuvo una cuarentena tan larga y todavía tiene el pico adelante. Cuanto más tarda en reactivar el problema es que es más grande la emisión de billetes. A donde van todos los pesos que sobran, si los trata de absorber el BCRA con las leliq y eso implica subir la tasa de intereses, más inflación futura no resuelve el problema, y no puede subir la tasa de interés porque estamos en pleno intento de recuperación de la economía, sería suicida que lo hiciera. Tiene que dejar que le sobre pesos en la calle, pero si le sobran pesos en la calle se van al dólar paralelo entonces se amplía la brecha y eso pone mucha presión para que el Gobierno devalue el tipo de cambio oficial para licuar el exceso de emisión. Es muy probable que eso termine en una corrección cambiaria del dólar oficial.
Orlando Ferreres: La emisión de billetes puede traer más inflación, que llegaría a algo parecido al 50 % anual a dic 20.
-La inflación sigue en alza ¿se puede revertir el escenario?
Hernán Letcher: El tema inflación, la última medición dio un poco más alto pero sesgado por la cuestión de textiles, seguis con la misma evolución que venías teniendo y donde básicamente tenés que separar los precios regulados, que tenés mayoritariamente congelados y los no regulados, en parte por los precios congelados y el escenario recesivo, no tenés grandes variaciones. Se está por discutir si la metodología que se utiliza es representativa para un escenario de pandemia, es una discusión que trasciende a la Argentina. Las estadísticas están preparadas. Imagino que de acá a fin de año vas a tener precios regulados con pocas variaciones y los precios no regulados no deberías tener mayores sorpresas mientras tengas el tipo cambiario controlado.
Iván Carrino: El gobierno podría evitar que toda la emisión monetaria termine en un descalabro inflacionario. Pero para eso tiene que hacer dos cosas: 1) Ajuste monetario, subir tasas de interés, dejar de emitir dinero, y 2) Ajuste fiscal, para evitar que el déficit del tesoro siga tocándole la puerta al BCRA. ¿Lo hará? Difícil, choca con sus convicciones.
Martín Tetaz: Para tener una idea, hoy para que Argentina tenga el mismo dólar en relación a Brasil, que tenía en enero, debería estar en 85 pesos, de 72 que está hoy el mayorista a 85 pesos aproximadamente. Si corrige eso va a tener menos presión en el mercado paralelo, licua un poco los pesos que están sobrando en la economía, algo de eso va a impactar en los precios, algo de inflación vas a tener pero lejos de un escenario de hiperinflación. El riesgo está siempre que emita cantidades exorbitantes de dineros, el riesgo está, pero todavía no hay un escenario de derrumbe, no está la gente pagando cualquier precio para comprar un dólar en el mercado paralelo. El mercado no está desesperado por desprenderse de los pesos, ese escenario no está.
Orlando Ferreres: La inflación va a seguir en alza, pero no tanto. Llegaría a ser de 50% a fin de año. El BCRA tiene que cancelar liquidez en los próximos meses.
-¿Cuánto puede afectar a la economía local el derrotero de la negociación con bonistas?
Hernán Letcher: En principio si hay un acuerdo con los bonistas es el escenario es más beneficioso, probablemente porque tengas posibilidad de financiamiento futuro si eventualmente necesitas en el plano internacional, y quizás menos oneroso en el financiamiento en general. Encaminas el proceso de deuda en condiciones que te permite recuperar la senda de crecimiento. En los próximos cuatro años tenes por delante muy pocos vencimientos que te permitiría hacer crecer la economía. Esto es muy interesante. Si no se acuerda no vas a pagar los intereses, se seguirá discutiendo, no sería tan distintos pero vas a tener una discusión significativa que para la evolución de la economía no sería óptimo.
Iván Carrino: El tema de la deuda es secundario. Sobre todo con todo el discurso de “los acreedores o los jubilados”. Nada bueno va a salir de ahí y el daño ya está hecho.
Martín Tetaz: La negociación con los bonistas era una negociación que pretendía encaminar la economía hacia la recuperación porque despejaba la principal incertidumbre, que era la del dólar. Y hoy se transformó en una cuestión de segundo orden. La cuestión del default pasó a un segundo orden pero es una cuestión necesaria, no es que nos va a resolver nada arreglarlo, pero nos unte si no lo arreglamos. No por el Gobierno nacional sino porque las Provincias caen en dominó automáticamente, y atrás caen las empresas. Las 150 empresas más grandes tienen obligaciones negociables por 16 mil millones de dólares colocadas en el mercado. En un escenario en el cual en el Mundo todos se financian a tasa cero, cualquier empresa puede conseguir financiamiento barato y abundante, realmente quebrar una empresa por no poder renovar la deuda sería una locura total. Creo que va a primar el pragmatismo del Presidente.
Orlando Ferreres: La negociación con los bonistas va bien. Ahora que se han acercado mucho sería una lástima caer en un default, por no cerrar.
-¿Cómo va a ser el dólar que se viene?
Hernán Letcher: Con controles cambiarios no deberías tener grandes sorpresa en las variaciones de tipo de cambio. Este año además se da una particularidad, no vas a tener salida por turismo, la balanza comercial probablemente sea superavitaria porque el efecto recesivo tiene más incidencia sobre las importaciones que las exportaciones, y no vas a pagar deuda. Por lo cual no vas a tener faltante de dólar. Hay que ver cuánto perdura en el tiempo, particularmente la balanza comercial. No deberías tener grandes dificultades para que dólar tenga una senda razonable.
Martín Tetaz: En el escenario posible, malo, donde el Gobierno tarda más en salir de la cuarentena hay más emisión y por lo tanto más presión sobre el dólar. Ahí hay que ver cuál de los dos se mueve. Si el gobierno insiste en mantener el tipo de cambio fijo con microdevaluaciones día a día que van muy por debajo de los niveles de emisión, entonces el exceso de dinero va a ir al dólar paralelo y se va a incrementar la brecha. O si el Gobierno decide devaluar el dólar, entonces la brecha va a ser más chica, entonces el dólar va a ceder. Orlando Ferreres: El dólar está muy desparramado. Tenes un dólar soja a 47, un dólar oficial a 75, un dólar tarjeta a 97, un dólar Bolsa 113, un contado con liqui a 116 y un dólar blue a 133. El promedio de todos estos valores, tomando lo que opera cada mercado, da un promedio de 82, que coincide con la Paridad Teórica de Equilibrio). O sea está disperso pero en promedio está bien.