Analista Económico en Libertad y Progreso.
Por Carlos Lamiral para ÁMBITO FINANCIERO
Las retenciones a las exportaciones serán la rueda de auxilio para que el ministro de Economía, Martín Guzmán, logre la meta del déficit fiscal de 4,5% del año próximo, según coinciden analistas privados. La explicación es que la pandemia provocará un incremento del precio de las materias primas a nivel internacional cuando mejoren las condiciones y eso se reflejará en las arcas del Estado argentino por vía de los impuestos al comercio exterior.
Así lo plantearon Walter Morales, director de la consultora WISE, y Diego Piccardo, economista de la Fundación Libertad y Progreso.
Al respecto, Morales señaló que “el elemento a tener en cuenta” para ver los números de la recaudación del 2021 “es la factibilidad de que los precios de las materias primas coticen a valores más altos que los actuales”. “Es que como la economía mundial se está recuperando en un contexto de altísima liquidez, tasas cercanas a cero y dólar a la baja, es esperar que los precios de los commodities que exporta la Argentina aumenten de precio”, explicó en un informe.
El economista señaló que “la situación fiscal no necesariamente va a derivar en un proceso inflacionario acelerado, por lo menos en el corto plazo”. Por el contrario, consideró que es de esperar un avance de los precios a un ritmo menor del esperado para lo que queda de este año y el siguiente.
Ante el anuncio del ministro de Economìa, Martín Guzmán, de que el próximo presupuesto contemplará un déficit fiscal del 4,5% del PBI, el director de WISE lo calificó como un “pseudo recorte del gasto público” porque a su entender “será un volver paulatinamente al nivel precuarentena”. Morales también indicó que se espera una baja del déficit por un aumento en la recaudación porque “la economía tocó piso” y porque “es de esperar que la moratoria tenga una elevada adhesión por lo amplia y los beneficios que conlleva.
En lo que va del 2020, las retenciones a las exportaciones aportaron $233.214 millones de un total recaudado por la AFIP de 4 billones, es decir, que colaboraron con el 5,28% de los ingresos tributarios. En 2021 esa proporción va a subir. El economista de la Fundación Libertad y Progreso, Diego Piccardo, coincidió con el pronóstico en que puede venir una mejora de las retenciones por el incremento de los precios de las materias primas aunque con algunas limitaciones. No va a ser el escenario que hubo entre 2007 y 2009, cuando la soja llegó a máximos de hasta 500 dólares la tonelada. “No va a ser similar a los valores de ese momento. En aquellos años hubo una super demanda de materias primas de China que ahora no va a estar”, señaló. En principio la suba que puedan tener los commodities se originará en movimiento financieros, de inversores que escaparán de las tasas de interés y se jugarán una oportunidad en los granos. “Podemos ver incremento de materias primas pero no de aquella dimensión. Eso se podrá ver en mayor ingreso por derechos de exportación y el Tesoro va a tener mayores recursos”, dijo el economista. Según datos del INDEC, hasta julio las ventas argentinas al exterior sumaban u$s32.291 millones, con una baja de 11,9% respecto del 2019. Gran parte de la recuperación del año próximo va a ser efecto precio.
Por otro lado, Piccardo aclaró que “cuando comience a rebotar la economía va a haber una recuperación de la recaudación de los impuestos cíclicos, que son el IVA y el Impuesto a las Ganancias”. Ambos gravámenes son el pilar en el que sostiene todo el andamiaje de ingresos del fisco nacional. Piccardo consideró que ello “va a facilitar la meta del 4,5%” fijada por Guzmán. Por otra parte, estimó que en menor medida va a aportar a la recaudación la actividad de la gente que estuvo parada durante la cuarentena y que comenzará a trabajar de nuevo. En otro aspecto, conjeturó que la meta de déficit fiscal proclamada por el titular del Palacio de Hacienda es un “techo” mirando la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Considera que es probable que el organismo multilateral pida un ajuste un poco más duro y que Guzmán ya estaría contemplando esa alternativa en la reforma fiscal que piensa mandar al Congreso, donde seguramente habrá algún nuevo incremento de la presión fiscal.