Con el súper cepo al dólar, ¿argentinos apostarán más por los plazos fijos?: esto dicen expertos

IPROFESINAL – l camino para comprar dólares es cada vez más restringido, mientras nadie quiere quedarse con los pesos “en mano” por la elevada inflación, que cada vez reduce más el poder de compra que tienen los billetes nacionales.

Esta realidad se ve potenciada por la crisis económica y las medidas políticas, que alteran a los argentinos y les agrega mucha incertidumbre respecto a qué hacer con sus ahorros.

Es que, con un cepo cambiario que se profundiza cada vez más, cuya finalidad es la de limitar el acceso al dólar oficial, surge la pregunta entre los analistas si esto puede, o no, ser un incentivo para volcarse a realizar colocaciones a plazos fijos.

Al respecto, ante la virtual desaparición del dólar oficial “barato” a $100, por el corrimiento de su precio hacia un valor más cercano al blue y al contado con liquidación, se desliza la posibilidad de que para muchos argentinos ya resulta “caro” y cada vez más engorroso dolarizarse en la plaza formal.

Entonces, el interrogante es si al ahorrista chico le conviene recurrir a la otra alternativa más fácil y tradicional del sistema financiero, que es la del plazo fijo. O bien, si más allá de todo seguirá apostando al dólar a través de otros canales, como puede ser el blue o la compra de bienes que cotizan en dicha moneda.

En este sentido, existe otro factor que influencia mucho en esta ecuación, que es la inflación, ya que es una variable que se vincula directamente con el incentivo que brindan los rendimientos reales obtenidos en pesos.

Así, la conveniencia o no de la tasa de interés ofrecida por los bancos para una colocación, tiene una correlación directa con la suba de precios de la economía, que en los últimos meses afronta una tendencia alcista, pese a la cuarentena por la pandemia de Covid19.

Para tener una idea, hasta septiembre inclusive, la tasa de un plazo fijo es de 33,06% al año, es decir, 2,75% por mes.

En tanto, hasta julio la inflación mensual fue de 1,9%, pero en agosto saltó a 2,7%, según datos oficiales del INDEC. Quiere decir que actualmente los precios aumentan casi lo mismo de lo que rinde un plazo fijo.

Por ende, las colocaciones bancarias quedaron “empatadas” y no ofrecieron una ganancia real.

Ante este escenario, hay una gran contradicción entre los ahorristas sobre cuál de las alternativas es la más conveniente, porque los plazos fijos no tienen tanto atractivo en su rendimiento a causa de la inflación.

Y, a la vez, el valor del dólar oficial minorista saltó un 35% por el nuevo cobro del adelanto del impuesto a las Ganancias. Además, el cupo permitido de compra de u$s200 mensuales es menor, porque ahora también se computan dentro del mismo los gastos con tarjeta en el exterior.

Es decir, cada una de estas alternativas de ahorro del sistema financiero se presenta con sus respectivas complejidades y contras, que pasan a determinar que la elección por ellas dependerá del objetivo personal y acceso que tenga cada inversor.

De hecho, hasta hace días, muchos compradores acudían al dólar oficial para aprovechar la amplia brecha cambiaria, y sacar diferencia en pesos de ello al revender luego sus billetes en el blue. Leáse, no se adquirían divisas como ahorro, sino como una pasajera operación financiera para obtener una rápida ganancia.

Por los datos expuestos, tras las mayores restricciones y la equiparación de los precios de los “distintos dólares” al público, en ninguna de las dos opciones (dólar y plazo fijo) hoy prima como elección la rentabilidad, sino el resguardo de los ahorros y la seguridad de ellos.Con la lupa en el dólar, y también en la inflación, los ahorristas miran de reojo a los plazos fijos.Con la lupa en el dólar, y también en la inflación, los ahorristas miran de reojo a los plazos fijos.

Más cepo al dólar, ¿y los plazos fijos?

Ante la incertidumbre por la situación económica, las menores reservas del Banco Central y la desconfianza que genera el mayor endurecimiento del cepo, iProfesional consultó al respecto a expertos financieros, sobre cuál es la elección conveniente para los ahorristas entre plazo fijo o dólar.

“Cuanto más regulacionesbrecha cambiaria y despelote haya, más pesos a la vista hay en las cuentas bancarias. La reacción de la gente ante esta situación es hacer menos plazos fijos y tener sus fondos listos en caso que decidan retirarlos. Incluso, esto ocurre en escenarios de subas de inflación, por más que sea ineficiente tener a mano el dinero”, dice a este medio un alto ejecutivo de un importante banco privado.

Y concluye: “Cuando hay ruidos políticos o económicos, la gente tiende a renovar menos los plazos fijoscomo resguardo”.

Al respecto, el economista Andrés Méndez de AMF Economía, asiente: “La gente se asustó luego del endurecimiento del cepo y la pérdida de reservas del Banco Central, sobre todo los ahorristas chicos”.

Según datos del BCRA, las colocaciones en pesos se mantienen constantes y con tendencia ascendente. Aunque después de las medidas oficiales de mayor restricción a la compra de dólares tomadas el pasado 15 de septiembre, se evidencia que suben a un menor ritmo del que venían teniendo con anterioridad.

De acuerdo a cifras de la autoridad monetaria, del 31 de julio al 22 de agosto los plazos fijos minoristas venían creciendo 4,8%, pero del 31 de agosto al 22 de septiembre la suba aminoró a 3,6%.

Por los datos mencionados, que igual haya un incremento en los plazos fijos indica que, “en pesos, la gente no percibe riesgos“, sintetiza el contexto actual Roberto Geretto, economista del banco mayorista CMF.

“Los depósitos en plazos fijos vienen creciendo, a un ritmo menor que meses pasados, pero todavía presentan una expansión mensual. Al 21 de septiembre, el total de depósitos en plazos fijo es de $2,8 billones; por arriba de los $1,9 billones que había en marzo”, resume Natalia Motyl, economista de la fundación Libertad y Progreso.

En este sentido, Méndez acota que lo que se está advirtiendo desde antes de las medidas cambiarias es que “la demanda de pesos se está debilitando y se está dando un ´corrimiento´ hacia los depósitos a plazo“.

Es decir, este economista indica que la situación puede reflejar dos fenómenos: “primero, que las transacciones de la economía están en septiembre por debajo de agosto (menor nivel de actividad). Y, segundo, se ve un relativo éxito de la estrategia monetaria de canalizar los pesos hacia depósitos plazo mediante una tasa de interés adecuada”.

Y finaliza Méndez: “Las conductas observadas en la última semana habrían atenuado este flujo, lo que daría lugar a una mayor retribución de tasa de interés para permanecer en pesos, y una incipiente conducta precautoria de permanecer más líquido“.

Algo que coincide respecto a lo que se afirma desde los propios bancos, respecto a las conductas más defensivas de los ahorristas.Los depósitos a plazo fijo en pesos a corto plazo aminoraron el ritmo de crecimiento tras las medidas contra el dólar.-Los depósitos a plazo fijo en pesos aminoraron el ritmo de crecimiento tras las recientes medidas sobre el dólar.-

¿Plazo fijo o dólar?

En cuanto a la disyuntiva respecto a si el ahorrista se va a volcar más al plazo fijo o al dólar, existe una lectura que se vincula directamente al rumbo económico y político que tome el país.

“Las nuevas restricciones a la compra de los 200 dólares, probablemente, harán que mucha gente tenga casi como única opción el plazo fijo, salvo que la confianza en el sistema financiero siga cayendo y haga que los ahorristas compren dólar blue como para tener algún resguardo de valor”, dice a iProfesional un importante ejecutivo de uno de los principales bancos privados.

Para completar esta fuente que las tasas de interés siguen siendo negativas frente a la inflación, por lo que las autoridades del Banco Central deberán revisar este tema para dar mayor confianza al ahorrista, y que no se “vaya” al blue.

En este sentido, Mariela Díaz Romero, economista senior de Econviews, afirma: “Un cepo más duro te ayuda a aumentar la demanda de pesos en el margen, no de forma genuina sino artificial, al limitar las formas de financiamiento. Estimo que muchos minoristas seguirán optando por dolarizarse al blue, y las empresas seguramente se vean más propensas a realizar colocaciones a plazo“.

Y completa: “Idealmente los ahorristas deberían optar por el peso, siempre y cuando las señales sean favorables para el peso. Una brecha de 100%, expectativas de devaluación del oficial, tasas negativas e impuesto inflacionario ciertamente no ayudan”.

Por lo tanto, Díaz Romero estima que los ahorristas chicos “optarán por seguir dolarizándose. Los que no puedan comprar su cupo de dólar solidario lo canalizarán al blue“.

En tanto, indica que para empresas es “más complejo“, porque no está permitido el atesoramiento de dólares. Entonces, “en el margen hacen depósitos a plazo fijo o invierten en algún fondo común de inversión”.

En esta línea, Geretto también opina que el comportamiento de los ahorristas seguirá igual: “Comprarán menos dólares por el cupo que ahora incluye los pagos de consumos, pero van a seguir aprovechando al máximo esta alternativa. El incentivo sigue estando porque, si bien ahora es más caro el dólar para atesoramiento o consumo al exterior, el blue sube de precio. Por lo que la brecha sigue existiendo”.

De acuerdo al análisis de Motyl, a una tasa anualdel 33% para las colocaciones y una inflación esperada del 40% para todo el año, “los plazos fijos no resultan muy atractivos, por lo que no creo que se mantenga este nivel de colocaciones”.

“Hoy muchos estarán viendo la forma de deshacerse de los activos en pesos. Existe mucha incertidumbre a futuro y los mercados están descontando que el peso no es una opción”, concluye.

Por el lado de los expertos en inversiones, Carlos Fernandez Berisso, trader de Invertir en Bolsa (IEB), dice: “En momentos de incertidumbre como este, dudo que la gente opte por desdolarizarse o dejar de buscar refugio de valor en sus ahorros hacia algún instrumento que no esté atado al dólar“.-

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