TUCUMÁN NOTICIAS.- Fundación Libertad y Progreso analizó los puntos más destacados del acuerdo que se alcanzó con los bonistas y acreedores. Éste fue anunciado por el ministro de Economía, Martín Guzmán, y el presidente Alberto Fernández. Sin embargo, ya empieza a verse problemas.
La mencionada Fundación explicó que “la solución nunca fue la reestructuración, porque el problema no era la deuda, sino su consecuencia”. El análisis se da en el marco de una nueva negociación que Argentina mantendrá con el Fondo Monetario Internacional por el pago de U$s 49.000 millones.
Si analizamos la evolución de un bono AL30D, en términos de paridad, desde su debut cotizando algo más de 50 dólares, bajó más de 25% para llegar a menos de 40 dólares el 9 de noviembre. O sea, quienes compran y venden estos títulos esperan que, en el futuro no muy lejano, Argentina vuelva a tener problemas con su deuda, la reestructure y le haga una quita.
“Lo advertimos en su momento cuando el Gobierno proponía que la reestructuración de la deuda debía tener un nivel de quita que la hiciera sustentable. Para Argentina no hay nivel de quita suficiente para hacer sustentable la deuda mientras los gobiernos se empecinan en gastar de más. Aunque nos perdonen toda la deuda, si se insiste en gastar de más iremos a una nueva reestructuración”, dijo Aldo Abram.
Inmediatamente después de renegociar la deuda se aplicaron medidas que sumaron incertidumbre en la economía y el mercado entendió que se trataron de menoscabos al derecho de propiedad. El reforzamiento del cepo; el intento de expropiación de Vicentin; el decreto sobre la declaración de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) como servicios públicos; el impuesto a la riqueza y la toma de tierras, entre otras.
El Ministro Guzmán aseguraba que luego de la reestructuración de la deuda argentina, los problemas económicos que arrastra nuestro país hace años se iban a solucionar. Sin embargo, esto no fue así. Lo que hay que tener en cuenta es que la resolución de la deuda era una condición necesaria pero no suficiente para encarar al país en una senda de crecimiento.