Economista especializado en Desarrollo Económico, Marketing Estratégico y Mercados Internacionales. Profesor en la Universidad de Belgrano. Miembro de la Red Liberal de América Latina (RELIAL) y Miembro del Instituto de Ética y Economía Política de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas.
DIARIO ARENTINO – El Gobierno de Alberto Fernández, y su ministro de Economia, Martín Guzmán, sigue colocando deuda en dólares a tasas estratosféricas comprando cara una pseudo estabilidad que será efímera.
Recordemos que desde 2016 criticábamos a Mauricio Macri por colocar deuda a tasas altas anticipando que en cuatro años llegaríamos al default, y llegamos al default. Guzmán sigue sosteniendo que no es necesario bajar el gasto público. Pareciera que no se dio cuenta de que la crisis ya estalló.
Pero Macri colocaba deuda en dólares al 7,5 por ciento anual y el Gobierno actual coloca deuda al 16 por ciento al año. De esa manera se puede afirmar si riesgo a equivocarse que, una vez más, se está engendrando el próximo default de deuda. Incluso me animo a pronosticar que, a menos que cambien de forma de pensar y medio gabinete, Argentina irá al 10 default durante la próxima administración.
El Gobierno del Frente de Todos sigue cometiendo los mismos viejos errores de siempre, de gestiones anteriores, creando 15 nuevos impuestos, tasas y contribuciones que sólo sirven para seguir saqueando al sector privado. Están dejando cada vez más exhausto al sector productivo, el que genera trabajo y oportunidades, el que invierte.
Es el mismo Gobierno que mantiene un déficit fiscal que asegura una aceleración de la inflación que este año terminará cerca del 36% anual y el año próximo será mayor, tal vez, mucho mayor.Criticábamos a Macri que colocaba deuda en dólares al 7,5% anual, pero el Gobierno actual coloca deuda al 16% anual
En ese contexto tan complicado, el ministro Martín Guzmán sigue sosteniendo que no es necesario bajar el gasto público. Suena increíble, Pareciera que no se dieron cuenta –ni el titular del Palacio de Hacienda ni el resto del gobierno– de que la crisis ya estalló. Solo basta con mirar al castigado sector privado para ver que están quebrando decenas de miles de empresas.