El Gobierno puso restricciones a las exportaciones de maíz para redistribuir migajas

Miembro del Consejo Académico de Libertad y Progreso. Licenciado en Economía por la Universidad Católica Argentina. Es consultor económico y Profesor titular de Economía Aplicada del Master de Economía y Administración de ESEADE, profesor titular de Teoría Macroeconómica del Master de Economía y Administración de CEYCE.

INFOBAE – La decisión de prohibir las ventas del cereal al resto del mundo para abaratar los costos de insumos de ciertos productores no es más que un subsidio a quienes procesan y consumen el grano con valor agregado

La decisión del gobierno de restringir las exportaciones de maíz para abaratar los costos de insumos de ciertos productores no es más que un subsidio de los productores de maíz hacia quienes reciben ese subsidio.

De acuerdo al comunicado del ministerio de Agricultura: «Esta decisión se basa en la necesidad de asegurar el abastecimiento del grano para los sectores que lo utilizan como materia prima en sus procesos de transformación, básicamente la producción de proteína animal como carne de cerdo, pollo, huevos, leche y feedlot, donde el cereal representa un componente significativo de sus costos de producción».

En otras palabras, al restringirse la exportación de maíz, por ahora solo el maíz, lo que hace el gobierno es restringir artificialmente la demanda de maíz haciendo bajar artificialmente su precio. Ante la misma oferta y menos demanda, el precio baja.

¿Quiénes se benefician con esta restricción? Como lo dice el comunicado, los productores de carne de cerdo, pollo, huevos, leche y feedlot. Es decir, el gobierno les transfiere renta del productor de maíz a los productores que utilizan el maíz como insumo. Supuestamente, este abaratamiento del costo del insumo maíz haría que baje el precio del pollo, los huevos, la carne de feedlot y la de cerdo, algo que no necesariamente va a ocurrir porque lo más probable es que el peso se siga depreciando, caiga el poder adquisitivo del salario y la gente, a pesar del subsidio por restricción de la demanda, pueda comprar menos huevos, carne, pollo, etc. con su salario. En otras palabras, la posibilidad que esta medida pueda llegar a beneficiar el consumo interno es dudosa dado el desborde fiscal y monetario en el que estamos metido.

No es reduciendo artificialmente el precio y el margen de utilidad de los productores de maíz, y tal vez en el futuro de otros granos y carne, que van a mejorar el ingreso de la gente si paralelamente no se logran inversiones que creen puestos de trabajo y no se tenga una moneda que licue el salario de la gente todo el tiempo.

En el corto plazo, de cara a las elecciones, podrán tener el asado de tira más barato, pero en el largo plazo habrá menos empleo, más pobreza y menos asado de tira.

Gráfico 1

Durante el gobierno kirchnerista anterior se restringieron las exportaciones de trigo. El gráfico 1 muestra como el resultado fue una fuertísima caída en el área sembrada de trigo que cayó a la mitad. Luego, cuando Macri levantó las restricciones a las exportaciones de trigo y eliminó derechos de exportación, se duplicó el área sembrada de trigo. La producción de trigo, que había caído a 8 millones de toneladas, e incluso el país del trigo y las vacas llegó a importar trigo, se recuperó con la eliminación de restricciones y en la campaña 2019/20 la producción llegó a los 19,7 millones de toneladas.

La producción de maíz, que al final de la era k estaba en el orden de los 33 millones de toneladas, trepó a los 58,5 millones en la campaña 2019/20.

De acuerdo a datos del INDEC, en 2002 había 333.000 explotaciones agropecuarias y en 2018 quedaban 250.881 y se perdieron unos 10 millones de cabezas de bovinos. En la era k el sector agropecuario perdió, aproximadamente 20.000 puestos de trabajo directos de acuerdo a datos del Ministerio de Trabajo.

La medida adoptada por el gobierno, si se extiende a otros rubros, producirá una transferencia de ingresos de los sectores perjudicados a los sectores beneficiados sin que se garantice carne más barata porque la expansión monetaria es tan alta que la gente no percibirá la baja de precios, si es que llegara ocurrir.

Pero, lo más grave, es la señal que se manda a los inversores. Si alguien pensaba hundir una inversión en Argentina, esta es una nueva medida que atenta contra la inversión y la creación de puestos de trabajo.

El BCRA agoniza en las reservas que tiene. En el mercado faltan dólares y sobran pesos y el gobierno se encarga de restringir, tanto por el lado del tipo de cambio real como por el lado del comercio exterior, de hacer que cada vez escaseen más dólares y sobren cada vez más pesos.

La concepción del gobierno es muy clara: la economía es una cuestión de suma cero, lo que gana uno, lo pierde otro. La política del gobierno no apunta a aumentar la torta, sino a repartir las migajas que van quedando de una actividad económica que agoniza por la cuarentena pero, sobre todo, por la inestabilidad en las reglas de juego y los desestímulos para invertir y producir. Sencillamente pretenden llevar a que la economía consuma sin que se produzca y, a decir verdad, el único que ha podido multiplicar los panes hasta ahora, ha sido Nuestro Señor Jesucristo.

ESTA NOTA FUE ORIGINALMENTE PUBICADA EN http://www.infobae.com

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