ÁMBITO FINANCIERO – Mientras el Gobierno procura que todos los agentes económicos configuren sus proyecciones del 2021 a un escenario de inflación del 29%, tal cual figura en el Presupuesto, por otro lado economistas y consultoras plantean escenarios potenciales en los cuales se pueda cumplir con el objetivo. A pesar de la desconfianza, consideran posible alcanzar la meta, pero al costo de un fuerte ajuste. Por caso, en su último informe el Instituto de Investigaciones Económicas de la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) asegura que habría que reducir el déficit fiscal 4 puntos del PBI.
Los economistas de la escuela de negocios de la Fundación Mediterránea, Jorge Vasconcelos y Guadalupe González, sostienen que el problema del ministro Martín Guzmán es que con los números que figuran en la ley del Presupuesto 2021 no se podría bajar la inflación por debajo de la del año pasado. De acuerdo con el INDEC, en enero el IPC nacional urbano trepó 4%, el cual anualizado marcaría un nivel del 48%. Si bien es claro que no todos los meses el índice llegará a ese nivel, no estarían las condiciones dadas para que se achique mucho más. El informe advierte que el gobierno está preocupado por “encorsetar” los precios con el objetivo de mejorar las chances en las elecciones legislativas de octubre y que para ello cuenta con una inesperada mejora de los precios internacionales de los productos exportables de la Argentina. Asegura que “con la reciente mejora de los términos de intercambio, la apuesta por el ‘ancla cambiaria’ (en el mercado oficial) es cada vez más explícita”. Aun así, Vasconcelos y González, afirman que debido a que las condiciones iniciales del 2021 no son iguales que las del 2020 “para acercar la inflación de este año a la del año anterior, se necesitaría recortar el déficit primario del sector público en 4 puntos del PBI, de 6,5 puntos en 2020 a un guarismo en torno a 2,5 % del PBI en 2021”. Toman en cuenta que el año pasado el Banco Central tuvo que emitir $2,5 billones, de los cuales $2 millones fueron a cubrir el déficit fiscal y $500.000 millones fueron intereses de Leliq y pases que tuvo que pagar la entidad monetaria. Dicen que para esterilizar tal masa de dinero al gobierno se le van acotando las herramientas. No puede vender dólares para retirar pesos, porque carece de reservas y no puede seguir vendiendo bonos del canje porque se eleva el costo financiero al 17% anual en dólares. Y lo más delicado que plantea el informe del IERAL es que el ratio entre pasivos del BCRA contra depósitos del sector privado en los bancos quedó en 55% en 2020. Seguir con la misma dinámica podría llevar a que ese ratio se deteriore a un nivel del 70%, lo cual consideran que es un “riesgoso andarivel”·